zaragoza

Nuevas amistades alrededor de un plato de ternera al roquefort

El Laín Entralgo es uno de los seis centros cívicos municipales que ha ampliado su horario de comedor para mayores a los fines de semana para evitar la soledad no deseada.

El centro de mayores Laín Entralgo ofrece comidas a mayores los fines de semana.
El centro de mayores Laín Entralgo ofrece comidas a mayores los fines de semana.
Toni Galán

Sobre la una del mediodía las mesas del centro cívico Pedro Laín Entralgo comienzan a vestirse para recibir a sus veteranos comensales. El pasado sábado fue el sexto en el que se sirvieron menús. Desde el 18 de enero, las personas que lo deseen pueden acudir también allí los fines de semana para comer en compañía, algo que sin duda destaca por encima de todo lo demás, pues la mayor parte de sus usuarios vive en soledad.

Entre las paredes de este centro, según explicó María Magallón, una de las trabajadoras, se han forjado con el tiempo grandes amistades e incluso, contó risueña, "más de una pareja".

Antes de que llegara el momento de pasar al comedor, el bar anexo hacía de improvisada sala de espera y servía para alojar a los comensales que llegaban tempraneros, que se iban colocando junto a sus compañeros habituales. Algunos apuraban sus cafés, otros leían el periódico y la mayoría aprovechaba, sobre todo, para pasar un rato agradable de tertulia.

"La rutina es la misma que entre semana: a las 13.30 pasan a comer y a las 15.00 se abandona el salón", aseguró Magallón, al tiempo que recogía el tique de Ana Mari que, satisfecha, dijo que no tiene reparos con ninguno de los platos que le sirven. "A mí me gusta todo", sentenció convencida.

Este sábado el menú era de los apetecibles: pisto con atún y ternera al roquefort. También, como siempre, los usuarios disponían de la opción para diabéticos. Algunos, como Enrique Bellé, optan por solicitarla aunque no la necesiten si lo que hay en el menú principal no les satisface. No fue este sábado el caso pero, según indicó, "siempre" evita probar el arroz, el plato que más críticas levanta entre los usuarios.

Pese a ese detalle, apuntó después Antonio Salinas, la comida es "extraordinaria". Oriundo de Jaca, pero con toda una vida a sus espaldas residiendo en Zaragoza, Salinas contó que está "encantado" con la ampliación del horario del comedor. "Yo vivo solo y es una maravilla poder venir aquí todos los días –explicó–, lo más importante es estar acompañado, es de agradecer".

En la mesa de delante, dos "buenas" amigas, que se conocieron hace dos años en el Laín Entralgo, esperaban a que fuera la hora de comer. "Yo llego sola, pero aquí siempre estoy con gente", contó contenta una de ellas. En total, 36 comensales se reunieron este sábado alrededor de las mesas del comedor. Y otros tantos se esperan para este domingo.

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