BAJO ARAGÓN-CASPE

Conmoción entre la numerosa comunidad pakistaní de Caspe por el brutal choque mortal

Tres de los cinco heridos en el accidente, en el que hubo tres fallecidos, continúan ingresados en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, uno de ellos continúa muy grave y otros dos están graves.

Un grupo de pakistaníes, visiblemente afectados, se reunieron en un domicilio de Caspe.
Un grupo de pakistaníes, visiblemente afectados, se reunieron en un domicilio de Caspe.
R. Arshad

La noticia del fatal accidente ocurrido el viernes a primera hora en la curva de entrada al puente de la A-230, a escasos tres kilómetros de Caspe, cayó como un jarro de agua fría en este municipio zaragozano, capital de la comarca del Bajo Aragón-Caspe, de 9.748 habitantes, y especialmente entre los vecinos de origen pakistaní, la tercera comunidad extranjera en la localidad, con casi 400 personas.

No en vano, los ocho ocupantes de la furgoneta que chocó con un tractor tenían esta nacionalidad. Tres de ellos fallecieron y los otros cinco permanecen ingresados en Zaragoza: una de ellos continúa en estado "muy grave" en el Hospital Miguel Servet, según han confirmado fuentes del Gobierno de Aragón este domingo y los otros dos se encuentran "graves", lo que supone una ligera mejoría. Son el conductor de la furgoneta, de 45 años, y dos compatriotas, de 19 y 50 años. Los otros dos, de 47 y 27, permanecen en Hospital MAZ y su pronóstico sigue siendo estable.

La sorpresa inicial dejó paso a la conmoción y a la tristeza al ir conociendo los detalles. "Es muy doloroso", relató ayer Raja Arshad, pakistaní residente en Caspe desde hace 11 años, donde regenta un kebab y una cafetería. Él, junto a otros compatriotas, está manteniendo contactos con la embajada y colaborando en la tramitación de la documentación necesaria para proceder a la repatriación de los cadáveres a Pakistán. Han iniciado además una recogida de fondos para poder costear el traslado de los cuerpos y, según dijo, "entre todos se conseguirá el dinero necesario para hacerlo".

Arshad destacó que los tres fallecidos "llevaban un tiempo viviendo en Caspe". De hecho, uno de ellos residía en la localidad desde hace 18 años. "Eran personas muy trabajadoras y buenas, que vinieron para trabajar y ayudar a mantener a sus familias", dijo visiblemente afectado por lo ocurrido. Los ocho hombres que viajaban en la furgoneta que impactó de manera frontal contra un tractor eran trabajadores del campo y se dirigían en ese momento a una finca agrícola para la poda de árboles frutales.

El Ayuntamiento de Caspe trasladó "su más profundo pesar" por lo ocurrido, dio el pésame a las familias de los fallecidos y deseó una "pronta recuperación" a los heridos. Este sábado se decretó un día de luto oficial y se suspendieron los ensayos de Semana Santa de las cofradías. Además, las banderas del consistorio ondearon a media asta.

La alcaldesa, Pilar Mustieles, reiteró que la próxima semana solicitarán una reunión con el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, para solicitar que el Gobierno de Aragón elabore un estudio sobre la entrada al puente de la carretera A-230 que cruza el Mar de Aragón en Caspe. "Es un punto muy peligroso", indicó, que ha registrado tres accidentes mortales en los que han perdido la vida cinco personas desde 2006, año en el que se reformó la vía. "Queremos –dijo– que los técnicos vengan y revisen el estado de esta curva" en dirección a Zaragoza, que "soporta mucha circulación, sobre todo de vehículos pesados".

Desde Vertebración del Territorio explicaron que la zona del accidente está bien señalizada, con limitación de velocidad a 60 kilómetros por hora y con bandas sonoras a la entrada. La señalización está revisada y cumple con toda la normativa, indicaron.

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