urbanismo

La Zaragoza en femenino se abre un hueco en el callejero

Un mapa constata que la presencia de nombres de mujer en las calles de la capital aragonesa es aún minoritaria (17,9%), pero que aumenta en los nuevos barrios.

Imagen del mapa elaborado para 'Las calles de las mujeres'.
Imagen del mapa elaborado para 'Las calles de las mujeres'. En amarillo, las calles con nombre de mujer. En verde, las calles con nombre de hombre.
Heraldo

Al caminar por Zaragoza quizá no seamos conscientes. Pero andando por la capital aragonesa solo hay una posibilidad entre cinco de que esa calle tenga nombre de mujer. Se trata de una presencia minoritaria pero que, no obstante, es alta si se compara con otras ciudades estudiadas y, además, poco a poco va creciendo, especialmente en los nuevos barrios.

Un grupo de voluntarios se reunieron la semana pasada en la Universidad de Zaragoza para participar en un taller que pretendía poner sobre un mapa digital las calles de la ciudad que tienen nombre de mujer. “El objetivo era visibilizar la brecha urbanística que existe entre hombres y mujeres”, cuenta María Sebastián, profesora de Didácticas Específicas de la Universidad de Zaragoza y una de las organizadoras del taller.

El resultado se ve a simple vista. Las calles con nombre de hombre o nombre neutro (como el paseo de la Independencia) se tiñeron de verde. Los de mujer, de amarillo. Estas últimas quedan bastante difuminadas en la trama general de Zaragoza, especialmente en algunos barrios. En total, el resultado fue que llevaban nombre de mujer el 17,9% de las calles, frente al 82,1% que tienen nombre masculino.

El porcentaje, aún siendo escaso, está entre los primeros del ranquin de ciudades que han participado en el proyecto, llamado ‘Las calles de las mujeres’. De las 16 urbes del mundo analizadas, Zaragoza ocupa el segundo puesto solo por detrás de La Habana, que tiene un 37,8% de calles con nombre de mujer, aunque empatada con Asunción (Paraguay). En cuanto al resto de ciudades españolas analizadas, Barcelona tiene un 16,3%, Gerona un 16,2% y Badalona un 11,3%.

A juicio de María Sebastián, Zaragoza alcanza ese porcentaje “gracias a la sensibilidad de los nuevos barrios”, donde las líneas amarillas proliferan más. En el caso del Actur, por ejemplo, dos de sus calles principales son María Zambrano y Gertrudis Gómez de Avellaneda. Entre esta calle y la de José Atarés hay todo un sector en el que casi todos los viales llevan nombre de mujer: Victoria Ocampo, Mariana Pineda, Rosalía de Castro, María Zayas, Clara Campoamor, María de Echarri, Rosa Chacel, etc.

En el caso de otros barrios como el Casco Histórico, Centro, Universidad, Torrero, Las Fuentes o Miralbueno, la proporción es mucho menor. En algunos casos, casi inexistente. En Rosales del Canal, por ejemplo, no se debió encontrar hueco para ninguna mujer en su callejero dedicado a músicos y compositores.

En el extremo contrario está el caso del nuevo sector creado en el barrio Jesús, junto a Marqués de la Cadena (en el entorno de la calle de Cosuenda). Allí todas las calles se han bautizado en femenino, y además de “personajes contemporáneos y que son de aquí”, como la bailarina Ana Laguna, la archivera Concepción Contel o la farmacéutica Enriqueta Castejón.

“La sensibilidad avanza con el paso de los tiempos. Es clave es reivindicar la importancia de las mujeres dentro de la misma ciudad”, comenta María Sebastián. Para ello, el mapa digital que han elaborado (https://geochicasosm.github.io/lascallesdelasmujeres/) incluye la referencia de Wikipedia a la biografía de las mujeres que dan nombre a las calles (aunque el 22,3% no tienen artículo en la enciclopedia digital colaborativa). Como reto para el futuro, esta geógrafa e investigadora lo tiene claro: “Hemos estado por debajo, ahora que al menos se nos equipare con los hombres”.

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