Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Obesidad

Se buscan 600 niños para un estudio de obesidad infantil en los colegios

Se trata de una investigación de la Universidad de Zaragoza. A los participantes, de entre 3 y 6 años, se les valorará y hará un seguimiento para determinar los factores de riesgo asociados a la enfermedad. 

Más de medio centenar de alumnos del colegio Vadorrey, uno de los colegios de Zaragoza que participa en el estudio, en una imagen de archivo de una carrera popular.
Más de medio centenar de alumnos del colegio Vadorrey, uno de los centros que participa en el estudio, en una imagen de archivo de una carrera popular.
José Miguel Marco

La obesidad infantil en España ha aumentado en los últimos años hasta alcanzar cifras "muy semejantes" -por encima del 25%- a las que manejan los investigadores en Estados Unidos. Detrás se encuentran todo tipo de factores, buena parte de ellos vinculados al estilo de vida, como la nutrición, la alimentación y el ejercicio físico. "Si no empezamos con estilos de vida sanos desde las primeras edades podemos comprometer que las próximas generaciones vivan tanto como nuestros mayores y que lo hagan con una calidad de vida peor. Hay estudios en EE. UU. que apuntan ya en esa dirección, y creo que no debemos echar por tierra los logros que hemos conseguido en esta línea", advierte el catedrático de la Universidad de Zaragoza Luis Alberto Moreno, todo un referente en el estudio de la nutrición y la obesidad infantil.  

Amparado por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), el grupo de investigación GENUD (Growth, Exercise, Nutrition and Development) realiza en Zaragoza y provincia dos programas con niños de entre 3 y 6 años para determinar cuáles son los factores de riesgo asociados a esta enfermedad.  

"Estamos invitando a sumarse a las familias porque la participación no es tan alta como nos gustaría, y seguiremos trabajando hasta que consigamos 600 niños en la ciudad", explica este experto en Nutrición y Obesidad Infantil. 

El grupo de investigación en Obesidad Infantil de la Universidad de Zaragoza.
Una imagen del equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza.
HA

Las cifras que barajan hasta la fecha les llevan a ser optimistas si se toman las medidas oportunas en este campo. Es cierto -reconoce este investigador- que el porcentaje de obesidad infantil ha aumentado, "y mucho", en los últimos años. "Tuvo un pico importante en la década de los 80 y los 90, pero ahora parece que estamos estabilizados e incluso empieza a disminuir un poco", matizan. Aun con todo, no hay que bajar la guardia.

Los expertos estiman que al menos un 25% de la población infantil en España tiene sobrepeso u obesidad, una enfermedad que se ceba especialmente con familias de un nivel socioeconómico más bajo"En estas puede aumentar un poco el porcentaje mientras que en las otras está disminuyendo. Las desigualdades sociales que se han incrementando en España influyen también en estas tendencias", subraya Moreno.

A su juicio, el principal problema para estas familias es que alimentos de carga calórica muy alta acaban siendo los más baratos y cuando no se tienen muchos recursos económicos es fácil caer en la "trampa" de comprar esos productos que tienen una elevada densidad energética. 

Acerca de esta cuestión, los investigadores colaboran también con Unicef para hacer propuestas que llevar a las Cortes en relación con la obesidad infantil. Una de ellas sería la de invertir más en este ámbito para tener "información fiable y actualizada" de esta enfermedad en Aragón. En este sentido, la Comunidad es, a juicio de este catedrático, una de las regiones en las que mejor se conoce la nutrición de los más pequeños. De ello dará cuenta en una charla que acogerá el Paraninfo el próximo 27 de marzo, con motivo del día de su patrón, San Braulio. "Una de las imágenes que mostraré es de un libro que se publicó en 1972, en el cual ya aparecía información de Aragón sobre un exceso de grasa que tenían los niños en comparación con otros de otros países. Algunos pediatras tenían ya interés en este tema e hicieron un estudio del cual somos herederos", apostilla Moreno.

En qué consiste el proyecto 'Corals'

En total, en España hay siete grupos de investigación que participan en el estudio Corals y esperan "reclutar" a al menos 2.200 niños de entre 3 y 6 años para hacerles una valoración y un seguimiento al cabo de los años. "En este contexto, se trabaja en siete ciudades distintas, entre ellas Zaragoza", precisa Moreno.

A lo largo del mismo, además de cuestionarios sobre alimentación y estilos de vida, los investigadores realizarán varias pruebas a los niños. Se les hará un análisis de sangre y de orina y también evaluaciones anuales para conocer el peso y la talla de cada uno junto con el porcentaje de masa muscular y grasa y el porcentaje de agua corporal, lo que complementa a las visitas habituales que se realizan desde la rutina pediátrica. "Nuestra intención es hacerlo durante 10 años para saber de una manera dinámica cómo aparece este problema en algunos niños y en otros no. No se trata de hacerles solamente ahora una valoración, sino que vamos a acompañar a esos niños y a sus familias", detalla el responsable del grupo. 

Hasta la fecha, los investigadores se han dirigido a 64 centros educativos, alcanzando a 166 familias de la provincia de Zaragoza. "La mayoría son de la margen izquierda: Actur-Rey Fernando, el Rabal (VadorreyLa Jota) y barrios rurales como San Juan de Mozarrifar; aunque también participan familias de Utebo, La Puebla de Alfindén, María y Cuarte de Huerva. Se eligieron estas zonas para evitar solapamientos con otro estudio que se desarrolla en ambulatorios de otros barrios de la ciudad", explica la investigadora Pilar de Miguel-Etayo. Ella es quien coordina el trabajo en los centros, donde la participación en este tipo de estudios se ha reducido en los últimos años. Para animar a las familias, el equipo investigador ofrece la mayor flexibilidad posible para que los padres puedan completar toda la participación fuera de horario escolar dedicando una tarde (45 minutos) y una mañana (otros 45), precisan.

Este tipo de estudios con la población aragonesa llevan realizándose, con el apoyo del Gobierno de Aragón, desde 2008. La participación en todos ellos es voluntaria y, como tal, se ofrece en los centros escolares, pero las familias se muestran cada vez "más cautelosas" a la hora de involucrarse. "En 1984 hicimos un estudio en toda España sobre este tema, que también lo coordinaba la Universidad de Zaragoza, y prácticamente participaban el 100% de las familias. Eso ha ido cambiando y a finales del siglo pasado la participación era del 70 u 80%. Más tarde, en distintos estudios que hemos hecho a nivel europeo, ha bajado al 50% y ahora debemos estar entre el 15 y el 20%", lamenta este investigador, que insta a hacer un "esfuerzo relativamente importante" a las familias. Para Blanca García, una mamá de la margen izquierda que ha apuntado a su hija de seis años al estudio, involucrarse es "importante" porque "es bueno conocer los factores de riesgo de la obesidad infantil, que es uno de los problemas de salud que más preocupa en los países desarrollados". Además, confiesa: "los niños se conciencian de lo que tienen que comer cuando participan en un estudio como este". 

"Animamos a participar a las familias porque lo que se aprenda con el estudio va a ser positivo para la salud de los hijos en el futuro"

Por su parte, los expertos insisten en que los beneficios del estudio van a repercutir no solo en las actuales generaciones sino también en las futuras, velando por que vivan más años y con una mejor calidad de vida. "A los padres les pedimos una involucración real de dos horas en un tema que es muy cercano a las familias. Luego se hacen muchas cosas con los niños, pero en general ellos están encantados de hacer cosas distintas", insiste Moreno, apelando a la colaboración de las familias. 

Por su parte, la doctora Gloria Bueno, que se encarga de la parte clínica e interpreta los datos metabólicos de los participantes, subraya la ventaja de este tipo de estudios que se realizan en una cohorte representativa de niños. "Ahora lo interesante sería reclutar al máximo posible de la población, y aunque cuesta mucho que la gente sea consciente, como lo es en otros países como Estados Unidos, hacer un seguimiento a lo largo del tiempo nos permite recabar mucha más información. Los estudios transversales son los que más se hacen y vemos una foto real de la actualidad. Con este estudio pretendemos no solo ver esa foto, sino también si se modifica a lo largo de la vida de los niños", puntualiza esta endocrinóloga pediátrica

Periodos críticos en la infancia y adolescencia

Para llevar a cabo la presente investigación, el grupo aragonés de la Universidad de Zaragoza seleccionará de manera igualitaria a niños y niñas de entre 3 y 6 años, que presumiblemente al acabar el proyecto tendrán edades comprendidas entre los 13 y los 16. En este sentido, los expertos señalan que hay distintos periodos "críticos" para desarrollar la enfermedad y uno "muy importante" es el que se conoce como rebote de adiposidad. 

"Ese rebote de manera fisiológica se produce más o menos a los 6 años, y se sabe que cuando se produce precozmente está asociado a una mayor ganancia de grasa corporal", añaden.

Los factores que influyen en el desarrollo de esta patología son muchos, y van desde la alimentación a la falta de actividad física, pasando por los comportamientos sedentarios, la genética, el metabolismo o la falta de sueño

En qué consiste el proyecto 'Melipop'

Por eso, de forma paralela a este estudio, los investigadores trabajan también en otro proyecto ('Melipop') que se desarrolla desde el 1 de enero de 2019 en colaboración con varios centros de salud del sector III de Zaragoza, financiado por el Instituto de Salud Carlos III. "Intentamos prevenir la aparición de la obesidad mediante lo que llamamos el fomento de estilos de vida mediterráneos, que son una combinación de alimentación y ejercicio físico", destaca el experto. En el marco de este otro proyecto, en el que se precisa que al menos uno de los dos progenitores tenga obesidad o sobrepreso, los investigadores y profesionales sanitarios facilitan a los niños -de 3 a 6 años- que participan aceite de oliva virgen extra para que consuma toda la familia; y también pescado dos veces por semana. "Por otro lado, les ofertamos también sesiones de actividad lúdica activa para que los niños puedan dedicar una hora con nosotros a hacer actividad física", indican. 

La receta para combatir la obesidad

La receta para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil pasa por fomentar estilos de vida saludables, como los que proponen ya los pediatras en sus consultas. "Los niños hasta los 10 años son activos. Basta que los dejemos al aire libre que la tendencia es a moverse. Pero hay que darles oportunidades para que lo hagan", añade Moreno, quien insta, en el caso más "difícil" de las niñas, a proponer algo que les motive a no dejar esa actividad cuando crezcan. "Algo que ha sido bastante exitoso con chicas adolescentes ha sido el baile", apostilla. 

En el ámbito familiar, es importante también dar ejemplo a los hijos, que tienden a reproducir el comportamiento de sus mayores. "Si los padres nos sentamos a ver la televisión todo el fin de semana va a ser difícil que los niños se vayan a hacer deporte", ejemplifica.

Por el contrario, coger la bicicleta o simplemente dar un paseo en familia es un incentivo más para los chavales de hoy en día. "Si ya desde pequeñitos no se ha fomentado eso, en la adolescencia va a ser mucho más difícil. El parque siempre va a estar ahí y es bueno tener claro que la actividad física es importante", sentencian los investigadores. 

* Para más información acerca de ambos estudios, puedes ponerte en contacto con los investigadores a través del correo electrónico (pilardm@unizar.es), visitando la página web del proyecto ('Corals', 'Melipop') o llamando al 876 55 37 56 / 695 37 02 93

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