zaragoza

Seis familias son desalojadas de su vivienda en Juslibol por la inestabilidad  del edificio

La llamada de una vecina preocupada por las grietas alertó al Ayuntamiento, que declaró el inmueble en estado de ruina y reubicó a los afectados.

Seis familias se han visto obligadas a abandonar sus viviendas en Juslibol por peligro de derrumbe. El edificio, situado en el número 39 de la plaza Mayor del barrio zaragozano, arrastra desde hace años importantes problemas estructurales, reflejados en visibles y abundantes grietas que recorren tanto la fachada como su interior, y ayer fue declarado en estado de ruina inminente tras la llamada de alerta de una vecina. Las personas afectadas fueron realojadas en diferentes hostales y en el albergue de la ciudad. Sin embargo, todo apunta a que ya no podrán pasar otra noche en casa.

La Policía Local y los Bomberos tuvieron que desalojar por la mañana a los residentes, tras ser alertados por la llamada de una vecina. "Una de las chicas se ha asustado, las grietas que veía en su apartamento ya le preocupaban", recordó unas horas después de lo sucedido Teodoro Félix, el párroco de Juslibol.

Según contó, los edificios de la zona presentan problemas similares debido, sobre todo, a filtraciones de las tuberías. Algunos han sido rehabilitados y otros han tenido que echarse abajo. De hecho, hoy mismo empiezan las obras de reforma de la iglesia, situada en la misma plaza, y que en su día permaneció cerrada durante más de diez años por el mismo motivo.

Técnicos municipales desplazados al lugar han declarado el inmueble en ruina inminente, por lo que las familias desalojadas, algunas con hijos menores, han sido realojadas, incluso con la mediación de El Refugio.

No obstante, el inmueble desalojado este martes no volverá a ser habitado. Así lo explicó ayer la alcaldesa de Juslibol en funciones, María Pilar Antorán, que apuntó que el edificio contaba desde hace tiempo con una orden de derribo, aunque sin fecha prevista. "Los vecinos estaban al tanto de que tenían que marcharse –aseguró–, pero estaban aguantando lo que podían porque son gente con pocos recursos".

En total, según indicaron desde el Ayuntamiento de Zaragoza, la situación afecta a trece personas. Cuatro de las viviendas estaban alquiladas y las otras dos, ocupadas ilegalmente. En las primeras había una familia con dos adultos y dos niños, otra con dos adultos y, en las dos restantes, vivía un adulto en cada una de ellas. En las casas ocupadas vivía una familia con dos adultos y un niño y otra familia con dos adultos.

Tras lo ocurrido, los servicios sociales se desplazaron "de inmediato" al lugar para buscar un alojamiento alternativo para los afectados, en algunos casos por vía de urgencia y con la colaboración de El Refugio. Durante todo el día, una patrulla de la Policía Local vigiló el edificio para controlar que nadie accediera a su interior. Hoy está previsto que los trabajadores municipales procedan a apuntalar el inmueble para que las familias puedan entrar y recuperar sus pertenencias pues, según apuntó Antorán, tuvieron que marcharse casi con lo puesto.

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