sucesos en zaragoza
"Me ha puesto la pistola en la cara. Si no le empujan, yo no estaría ahora viva"
La dueña del bar de Zaragoza en el que un hombre ha efectuado este domingo varios disparos se ha encarado con el agresor y casi le cuesta la vida.
La dueña del bar El Cubetazo, de nombre Ada, todavía no se ha recuperado del “tremendo susto” que se ha llevado esta mañana cuando un hombre al que dice, “solo había visto tres veces por el local”, se ha presentado con un arma de fuego y ha empezado a pegar tiros. Y aunque un cliente ha resultado herido de bala, en principio de carácter leve, las consecuencias del suceso podrían haber sido mucho más graves, ya que el agresor -de nacionalidad española, pero cuya edad e identidad todavía no se conoce- ha llegado a encañonar con el arma a la propietaria del local cuando se ha enfrentado a él desde detrás de la barra.
“Le he preguntado qué estaba haciendo -porque ya había hecho dos disparos- y me ha puesto la pistola en la cara. Si no llega a ser porque otro cliente le ha empujado el brazo, yo no estaría ahora viva”, explicaba esta mañana la mujer señalando el agujero que el disparo hizo en la pared, junto a la caja registradora, cuando el hombre apretó el gatillo. Según los testigos, fue precisamente tras abrir fuego contra la dueña de El Cubetazo -bar que regenta desde hace poco más de dos años- cuando el resto de personas que había en el establecimiento se echaron encima del agresor y lograron reducirlo. “Aún así, todavía ha hecho otros dos disparos contra el suelo, por lo que bien podía haber herido a más gente”, reconocía.
El hecho de que el hombre que portaba el arma semiautomática -luego han comprado que llevaba otro revólver y abundante munición- fuera “bastante alto y corpulento” ha dificultado todavía mas las cosas. “Pero todo el mundo ha ayudado”, contaba Ada, que después de que se fueran los especialistas de la Policía Científica ha seguido atendiendo a los clientes desde detrás de la barra.
Los testigos no pueden decir si el agresor iba borracho o drogado, pero aseguran que su comportamiento ha sido “muy extraño”. Al parecer, la primera vez que ha aparecido por el bar ha sido sobre las 7.30. “Ha preguntado por su chaqueta, pero nadie sabíamos nada”, decían. Se ha marchado, pero una hora más tarde ha regresado armado y ha empezado a pegar tiros.
Los primeros en intervenir han sido los agentes de los UAPO, de la Policía Local, pero de la investigación de lo sucedido se ha hecho cargo la Policía Nacional, que ha detenido al hombre por tentativa de homicidio.