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Una oportunidad de conseguir en Zaragoza todo tipo de productos hechos a mano

Durante todo el fin de semana se desarrolla la novena edición del Salón Creativa en el Auditorio de Zaragoza donde el visitante encontrará una gran variedad de manualidades y labores.

Un año más, y ya son nueve, regresa a la capital aragonesa el Salón Creativa, considerado una cita de referencia en materia de manualidades y labores. Este año estrenan ubicación –en esta ocasión se encuentran en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza- y, una vez más, ofrecen al visitante una amplia variedad de talleres –en torno a 200-, expositores, demostraciones gratuitas en directo y actividades para toda la familia.

Una feria que tiene sus orígenes en Bélgica y que actualmente se celebra en España en tres ciudades: Madrid, Barcelona y Zaragoza, aunque ha visitado otras como Málaga o Valencia. "En Aragón hay mucha gente con ganas de aprender manualidades y mejorar su técnica", valora Eduardo Traveria, responsable de comunicación de la cita. Tan solo este año, asegura, se ha duplicado la venta de entradas 'on line'. "El concepto de que son técnicas de antaño está desapareciendo y en un mundo tan instrumentalizado y protagonizado por la producción en cadena, la gente valora cada vez más la personalización y las técnicas manuales", admite.

Este año, la mayoría de los más de 60 stands expositores presentan una temática común: el textil. Y es que como explican desde la organización, este es el tema central de esta novena edición, aunque no el único. Encontramos puestos de patchwork, scrapbooking, macramé, ganchillo, acuarela… y una amplia variedad de talleres para toda la familia. Entre ellos encontramos marcas nacionales e internacionales –como la conocida mexicana Laura Cepeda, que cuenta con más de un millón de seguidores en Youtube- y también productos locales.

Expositor solidario

Entre ellos se encuentra el stand solidario del Centro Vértice con una amplia gama de productos artesanos desarrollados por personas con discapacidad. "Llevamos tres años participando en esta cita y traemos los productos que se hacen en nuestros talleres de cerámica y artesanía del Espacio Creativo Vértice", explica Ana Gironella. Desde bolsas de lavanda por 3 euros hasta su producto estrella, sus belenes de cerámica hechos a mano que tienen un coste de 30 euros. "Para nuestros usuarios estas actividades suponen una gran satisfacción ya que reciben el reconocimiento de la gente y viven desde dentro todo el proceso creativo", admite.

En su caso, Gironella reconoce que el público valora cada vez más los productos y las manualidades. "En nuestro caso, el valor es triple porque se trata de productos hechos a mano, totalmente personalizados y por personas con discapacidad intelectual", resume.

Además, en esta edición del salón también se apuesta por nuevos talentos poniendo el foco en las creatividad de artesanos locales que emprenden con ilusión en proyectos relacionados con el DIY (Do it yoursefl) como es el caso de Alas de Mariposa (bisutería), Punto y punto (patrones) o la curiosa apuesta de la Familia Tiluz, un equipo mexicano radicado en la capital aragonesa que ofrece al público sus muñecos hechos a mano cuya cabeza es una planta que no necesita tierra para desarrollarse. "Se trata de un diseño original de Edith Guzmán, una de las mejores diseñadoras florales del momento", asegura su compañero, Alexis Maass. Cada uno de estos muñecos tiene un precio de 45 euros. "Es un regalo por partida doble, primero la figura que es totalmente artesana y luego la planta, una Tillandsia, que tan solo requiere de unos cuidados mínimos", admite el artesano.

A por la colcha más grande del mundo

De forma paralela, y de la mano de la Asociación The World of quilter, en otro de los puestos se desarrolla una actividad con un objetivo: lograr un récord guinness. En concreto, la colcha más grande del mundo con un tamaño equiparable a nueve campos de fútbol. "Nuestra asociación trabaja en la promoción del trabajo textil. Todo lo que se puede hacer con aguja e hilo, lo hacemos", admite Natalia Infante, representante de la asociación que tiene su sede en Málaga.

Durante la primera jornada de la feria, varios aragoneses pasaron por este stand donde aprendieron a realizar tres filas de patchwork, las cuales formarán parte de este reto mundial que comenzó hace año y medio. "El objetivo son 24 kilómetros de largo por 3 de ancho, la verdad es que la alta participación en Zaragoza está siendo una sorpresa pero todavía queda mucho por hacer", asegura.

Vuelta a lo de toda la vida

Entre el público asistente encontramos visitantes de todas las edades, y algunos de ellos que han visitado la feria en familia, como el caso de Marisa (66), Pilar (43) y Lucía (10). Tres generaciones de mujeres que comparten el gusto por las manualidades y las labores. "Siempre me ha gustado trabajar con telas, pintar… me gustaría transmitirle eso a mi hija porque es algo con lo que te lo pasas fenomenal y hace mucha ilusión tener algo hecho por ti", admite Pilar.

"Ahora habéis perdido todo y como nos hacemos mayores, tenéis que aprender a apañaros aunque sea las cosas más básicas", opina Tere, que ha acudido a la feria con dos amigas a conocer nuevas técnicas y, de paso, rememorar viejos tiempos. "En nuestra época hacíamos trajes, hasta muñecos de fieltro. Eso se ha perdido", lamenta.

Entre los asistentes, también hay quienes no valoran positivamente el cambio de sede. "Antes había más variedad y más stands, este año es muy monotemático", critican Pili y Begoña, fieles a esta cita desde hace años.

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