Patrimonio

El Mercado Central también llena en el vermú

La lonja cerró su semana inaugural con los bares hasta los topes a la hora del aperitivo, en el que no faltó buena música y productos de la tierra.

Tercer día y tercer llenazo. La expectación generada en torno al Mercado Central parece no tener límite y sus amplios pasillos no daban abasto este sábado para asumir a los miles de clientes y curiosos que se acercaron a comprar y a redescubrir la lonja centenaria. Pero el protagonismo se lo llevaba la zona de los cuatro puestos hosteleros, que por eso de ser sábado estaban hasta la bandera. Conseguir mesa y banqueta era casi milagro.

Muchos zaragozanos se han acercado al renovado Mercado Central de Zaragoza para hacer sus compras. Los pasillos de la lonja estaban llenos y los puestos a rebosar en el primer fin de semana de apertura.

Esther Roldán, Lara Carmona y Cristina Guillén eran tres afortunadas. "Comer y beber y bailar siempre está bien", comentaba Lara. Las tres se mostraron encantadas con la reforma. "Era un cambio necesario. Ahora es un mercado del siglo XXI", decía Esther. "Ahora está más limpio, más organizado y apenas hay olor. Eso me impresiona", apuntaba Cristina.

"Un lujo oriental"

Isabel García-Rubio no tuvo tanta suerte. "Nuestra idea era tomar una tapita, pero ha sido imposible", comentó. Visitó el mercado junto a María Luisa Sánchez y Lorenzo García, que se mostraron encantados con la obra. "Yo recuerdo el Mercado Central de Zaragoza muy triste. Le faltaba luz y alegría. Ahora es un lujo oriental, una monada de edificio", consideró.

Con el Mercado Central reconvertido en una nueva escala imprescindible dentro de la ruta turística de la ciudad, los detallistas trabajaban sin descanso. El presidente de la asociación, José Carlos Gran, no paraba en su pollería. "Llevamos toda la mañana a tope. Estoy haciendo corto de algunos productos…", dijo. Pero reconoció que en sábado había cambiado la clientela por el atractivo del nuevo espacio gastronómico. «Estoy viendo caras nuevas en fin de semana, gente que no conocía. Viene gente a visitarlo», afirmó.

"Hemos estado todos los días a tope. La gente está encantada. Nos dice todo el mundo que Zaragoza se merecía un mercado así, que ya era hora", decía sonriente María Pilar Millán, de Flores Jara, que se estrena en la lonja. "Y con la música hay un ambiente fantástico", afirma.

Sobre las 13.30 empezaron a sonar los acordes de Sketches of Swing. Las croquetas, las patatas asadas, las empanadillas, los montaditos, las zamburiñas y tapas de todo tipo salían sin parar de las cocinas. Allí estaban Encarna Pérez y José Antonio Casanova, que se habían acercado "de propio" desde Gómez Laguna para conocer la transformación de la lonja. "Además de comprar, debe ser un sitio con ambiente", explicaba José Antonio. Encarna estaba sorprendida con el resultado de la reforma. "Es la primera vez que vengo. Me parece precioso, muy luminoso, muy amplios los pasillos y buenos precios", señaló.

A la hora de comer, los puestos empezaron a cerrar, pero el Mercado seguía de bote en bote. El asunto daba incluso para vermú torero, ya que por la tarde seguía la música. Y mañana, aunque los detallistas descansen, los conciertos y las tapas vuelven. La lonja ha renacido para ser un no parar.

Este sábado ha comenzado la actividad en la terraza de la zona de hostelería del Mercado Central. Se trata de una zona de veladores situada en la acera de la calle de César Augusto, frente a uno de los accesos del mercado. Se prevé que la zona de terraza aumente, a la espera de que os responsables obtengan los permisos que ya han solicitado al Ayuntamiento.
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