Carmen Herrarte: "Recuperamos una joya patrimonial que pasa a ser una caja de experiencias para el visitante"

Cuando accedió al cargo de responsable de Economía, Innovación y Empleo del Consistorio zaragozano el pasado mes de junio, Carmen Herrarte sabía que buena parte de las miradas sobre sus áreas iban a estar puestas en la materialización de la reapertura del Mercado Central, uno de los grandes emblemas de la capital aragonesa. Un proceso que, tras casi dos años de obras, concluye hoy con un concepto totalmente diferente que refuerza el papel del espacio como destino turístico y de compras.

¿Cómo explicaría lo que supone el Mercado Central para los zaragozanos?

Es una joya patrimonial de la ciudad que estaba completamente escondida y que hemos recuperado completamente restaurada y con un concepto radicalmente distinto. A partir de ahora, el visitante que venga aquí a comprar se va a encontrar en un continente de lujo total tanto por el contenido, como por el producto y el servicio personalizado de siempre, de forma que se convierte en una caja de experiencias.

¿Qué beneficios obtendrá el usuario?

Su experiencia de compra mejorará exponencialmente, pues podrá entrar a un espacio único viviendo nuevas sensaciones gracias a la introducción de elementos novedosos como el área de restauración. 

¿En qué consistirá el anunciado proyecto de digitalización para el espacio?

Es nuestro gran reto. A lo largo de este año desarrollaremos el proyecto piloto, que será fundamental para concordar con las necesidades del consumidor del siglo XXI y con el fin de que el cliente que ya compra pueda hacerlo con más frecuencia y de que aquel que no lo hace porque no existía la vía ‘online’ pueda comenzar a hacerlo. Con él, sobre todo, queremos ser capaces de traducir al ámbito digital la confianza que genera el detallista y ese trato directo.

En cuanto a los detallistas, ¿cómo cambiará su situación?, ¿se están adaptando bien al cambio?

Van a pasar a trabajar en un espacio de lujo sin incremento de costes y tendrán muchas más visitas, lo que se traducirá en una mayor tasa de conversión en ventas y en el aumento de las opciones de fidelizar al cliente. Es cierto que les da pena dejar el mercado provisional, donde han estado casi dos años e incrementado sus ventas un 20%, pero están con mucha ilusión por estrenar casa nueva, sabiendo además que van a tener acceso a mercados mucho más jóvenes a los que hasta ahora no llegaban. 

Además de las citadas, ¿qué otras novedades presenta el proyecto?

Son muchas. Por poner algún ejemplo, destacaría la conexión directa que tendrá con el parquin de la avenida de César Augusto, al que se podrá acceder desde un ascensor y que aportará una gran comodidad. Además de las áreas de restauración, habrá actividades culturales y música en directo, todo ello en un espacio que estará perfectamente aislado y climatizado y que abrirá de manera ininterrumpida, eliminando el corte que se hacía al mediodía.

¿De qué forma se aprovechará ese potencial turístico del que habla?

Además de que la cristalería y la iluminación provocarán un efecto imán para entrar, el nuevo concepto hará que se convierta en un sitio al que vas a disfrutar comprando, en el que puedes degustar productos de los detallistas y tomar un aperitivo, una copa o pasar la tarde, por lo que se aprovechará de otra forma. Asimismo, se implementará una programación cultural y se celebrarán ‘showcookings’ y otras actividades.

¿Cuál es el papel que tiene el mercado en la cultura local?

Comprar en el mercado es algo identitario: cómo hablas con los detallistas, cómo te tratan… Y eso hace que sea un destino turístico para la ciudad, además de comercial. Es por eso que también el proyecto es importante, pues recupera un Bien de Interés Cultural, teniendo en cuenta que el turista del siglo XXI no va solo a observar edificios, sino también a vivir experiencias. Y el Mercado Central, que es mucho más que comprar y vender, dice mucho de la cultura local, desempeñando un papel clave en la preservación de esa identidad de la ciudad.

Como concejala responsable del proyecto, ¿qué expectativas tiene para el mismo a corto y medio plazo?

Si hiciera la carta a los Reyes Magos, a corto plazo pediría modernizarlo al 100%, o sea, sacar adelante el proyecto digital, así como que sea un verdadero referente como destino de compras, cultural, gastronómico y turístico. Para más adelante, me gustaría que fuésemos capaces de exportar el modelo a otros mercados y barrios de la ciudad, que constituyen un entorno donde se concentra la esencia de la cultura local.

Por último, ¿qué momento destacaría de los 117 años de historia del mercado?

Febrero de 2020, porque iniciamos una etapa trascendental. La revolución industrial cambió el mundo, pero la digital lo ha transformado por completo. Y, una vez hecho el trabajo analógico, ahora lo que queremos es trasladar al mercado al presente y al futuro también de forma digital. 

- Ir al Especial de la reapertura del Mercado Central.

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