Belchite ha comenzado ya a apuntalar con fondos propios las fachadas de tres edificios del Pueblo Viejo, entre ellos el convento de San Rafael, para evitar su desplome. Es una actuación de emergencia para garantizar la seguridad de estas ruinas históricas, que en 2019 atrajeron a más de 40.000 visitantes.

El alcalde, Carmelo Pérez, reconoció que es preciso actuar con rapidez en este conjunto para ejecutar lo antes posible obras de consolidación. Para ello, y dada la imposibilidad de acometer sin ayuda institucional la intervención global, que cifra en un millón de euros, el Ayuntamiento se ha dirigido a las diferentes Administraciones para reclamar su implicación. Tanto es así que el responsable local ha mantenido ya contactos con representantes de la Diputación Provincial de Zaragoza y con la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón. También busca conseguir fondos del 1,5% Cultural del Gobierno central para la conservación del patrimonio arquitectónico. "El Pueblo Viejo de Belchite necesita una ayuda urgente", afirma. El Ayuntamiento está invirtiendo ahora 80.000 euros en los andamios que se están instalando en el convento de San Rafael y en otros dos inmuebles, a la espera de que se puedan consolidar a medio plazo. "Los recorridos guiados –adelanta– no se ven afectados".

El regidor recordó, al mismo tiempo, que llevan tiempo intentando aclarar la titularidad del conjunto, una tarea que, según dijo, resulta "muy complicada" por la necesidad de bucear en determinados archivos y fondos documentales. "Hay que ir manzana por manzana mirando actas de pleno o boletines de la época", dijo.