tribunales en zaragoza

Juzgados por vender plazas de garaje en la calle Almagro que no están hechas 14 años después

Una de las acusadas de estafa en la construcción del edificio dice ahora que las obras se podrían acabar en seis meses. 

Los acusados, durante un momento de la vista oral que empezó a celebrarse este martes en la Audiencia Provincial.
Los acusados, durante un momento de la vista oral que empezó a celebrarse este martes en la Audiencia Provincial.
Heraldo

Compraron sobre plano una plaza de garaje en el número 3 de la calle de Almagro pero llevan catorce años esperando que las terminen. Cuando las adquirieron en 2005, firmaron una escritura con una cláusula que decía que el plazo para acabarlas era de diez años. Sin embargo, muchos de los compradores no se enteraron de la existencia de esa condición. En cualquier caso, han pasado 14 años y esas plazas no existen. 

"La lectura que hizo el notario de la escritura fue muy rápida y, desde luego, no se hizo hincapié en esa cláusula tan importante. Si me hubiese enterado, no habría firmado", declaró ayer una de las afectadas. "Al revés –añadió– dijeron que todo iba a ir muy rápido, que era cuestión de semanas". Pero el tiempo fue pasando y, salvo la estructura de la casa y los sótanos, no se construyó nada más.

Los perjudicados son once particulares y una sociedad que adelantaron medio millón de euros aproximadamente para comprar trece plazas de garaje. Algunos habían adquirido a la vez un piso en el paseo de Pamplona pensando que iban a contar su propio aparcamiento en la cercana calle de Almagro.

La promoción de ambas obras corría a cargo de Viviendas Ruiseñores S. L., cuyo administrador era el ahora fallecido Luis Z. L. Su hija Belén Z. A. fue también administradora y su hijo David Z. A., apoderado. 

Son estos dos últimos quienes están siendo juzgados en la Audiencia Provincial de Zaragoza como presuntos autores de un delito de estafa o, alternativamente, apropiación indebida. La Fiscalía pide sendas condenas de 4 años de prisión.

Pero las acusaciones particulares, entre ellas las ejercidas por los abogados Soraya Laborda, Francisco Javier Acín o Daniel Serna, les atribuyen también un delito de insolvencia punible, pues creen que descapitalizaron Viviendas Ruiseñores S. L. usando otras sociedades mercantiles que entonces eran del mismo grupo familiar, como Bodegas Laus, Viviendas Torre Quevedo o Gil Berges 2.

Durante la vista oral se puso de manifiesto que Bodegas Laus contrató a Viviendas Ruiseñores para hacer sus obras en Barbastro por 8 millones de euros, bodegas que ahora, según afirmó Belén Z., están valoradas en unos 60 millones de euros. 

El primero en declarar fue David Z. A. y su frase más repetida fue: "Yo no sé nada". Reiteró que ignoraba todo de la promoción de plazas de garaje, las obras, los compradores, las escrituras, los pagos o los números. 

"Era mi padre quién se ocupaba de todo. Yo me he dedicado siempre al vino, como comercial", manifestó.  Admitió que le dio poderes al principio, sobre 1999, cuando era "muy joven". "Hacía recados y poco más", señaló. Por esos quehaceres cobraba 41.000 euros anuales.

Su hermana Belén Z. A., por su parte, también dijo que era su padre quien se encargaba de todo aunque de este asunto sabía algo más. "Sobre todo cuando nos pusieron la querella; entonces tuve que conocer el caso a fondo", manifestó. 

Explicó que había un plazo de 10 años para construir el aparcamiento y que las obras no se llevaron a cabo porque no había medios económicos y porque la licencia municipal caducó. 

No obstante, contó al tribunal que Viviendas Ruiseñores era una sociedad solvente y que aunque ahora no tiene actividad, sí tiene patrimonio. "La obra de la calle Almagro se podría terminar en 6 meses",afirmó. Añadió que su abogado, José Luis Bel, ha estado en contacto con los denunciantes para llegar a un acuerdo, pero no ha fraguado.

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