Dos víctimas mortales y más de 40 heridos, algunos de ellos muy graves. Ese es el trágico balance que la banda terrorista ETA dejó un 30 de enero de hace 33 años. Ese día, un coche bomba situado frente a la iglesia de San Juan de los Panetes alcanzó a un autobús de la Academia General Militar que transportaba a personal y profesores.

Con la intención de no olvidar a las víctimas, la Asociación Caballeros del Asfalto-Amigos de la Guardia Civil junto a la Asociación Internacional de Víctimas de Terrorismo ha organizado esta mañana una ofrenda floral en la que participó Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza.

“No hay que olvidar lo que sucedió ahora que nos quieren cambiar la historia”, ha señalado Ignacio Fernández, delegado de Caballeros del Asfalto. “Pretendemos que se recuerde sobre todo a las víctimas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que son los que más han sufrido”, ha añadido.

González vivió los años en los que Zaragoza estuvo “bastante marcada” y hoy ha rememorado también el atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza o el asesinato de Giménez Abad. “Intentamos que no se olvide lo que pasó porque parece que es lo que ahora se quiere”, ha lamentado el delegado, quien ha señalado que fueron “actos crueles y salvajes”.

Por su parte, Azcón ha afirmado que es importante recordar a “los héroes de la democracia”. El alcalde de Zaragoza ha señalado que “la filosofía de la dignidad, de la memoria y de la justicia con todos los que han sido asesinados por defender la democracia en este país es algo que no debemos perder”.

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