sucesos en zaragoza

Le dan una paliza para robarle los 7.000 € que acababa de ganar en las tragaperras

Los agresores fueron tres jóvenes, entre ellos un menor, que siguieron a la víctima desde el salón de juego hasta el portal de su vivienda en el barrio de San José de Zaragoza. Los dos mayores han ingresado en prisión.

La víctima ganó el premio jugando en un salón de apuestas de la calle de Royo Villanova, en el barrio de San José de Zaragoza.
La víctima ganó el premio jugando en un salón de apuestas de la calle de Royo Villanova, en el barrio de San José de Zaragoza.
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La Policía Nacional detuvo en la madrugada del pasado lunes a tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, como presuntos autores de la paliza de la que fue víctima un ciudadano de origen chino en el barrio de San José. Según el denunciante, de 44 años, sus agresores habían estado en el mismo salón de juegos que él y sabían que había ganado un importante premio en las tragaperras, por lo que lo siguieron hasta el portal de su casa para arrebatarle los 7.000 euros que llevaba en la bandolera y un teléfono móvil de alta gama valorado en 900 euros.

El robo con violencia se produjo en torno a las 0.30 del día 30 en la confluencia de las calles de Nuestra Señora de las Aguas y Juan José Gárate. Según explicó la víctima en comisaría, el arrestado, identificado como Dorian J. E., de 23 años, llevaba el rostro cubierto con una media cuando lo abordó por la espalda y le apretó fuerte el cuello con el brazo. Una vez inmovilizado, Aymen A., también de 23 años, y el menor, de 16, comenzaron a darle puñetazos y golpes en la cara y el resto del cuerpo, haciéndole caer hasta dos veces al suelo.

Afortunadamente, un vecino del barrio que acababa de salir a la calle presenció la agresión y trató de ponerle fin. De hecho, al verlo llegar, los tres agresores se dieron enseguida a la fuga. El testigo avisó entonces a la sala del 091, que movilizó de inmediato a varias patrullas que había por la zona. Cuando llegaron los agentes y vieron que la víctima tenía varios hematomas, sangraba y apenas podía andar, le propusieron llevarlo al hospital. Pero como este no hablaba bien español y vivía cerca, pidió a los funcionarios que lo acompañaran antes a su domicilio para contarles mejor lo sucedido, ya que allí se encontraba su hijo y podía hacer de traductor.

Algo más recuperado de la paliza, el agredido explicó a la Policía que había pasado la tarde del lunes jugando a las tragaperras en un salón de juegos de la calle de Ricardo Royo Villanova. Según este, después de la media noche y tras ganar un importante premio, decidió abandonar el local y regresar a casa. Tras ser víctima del violento asalto, recordó que sus agresores eran varios jóvenes a los que había visto jugar a la ruleta en la misma casa de apuestas de San José.

Se da la circunstancia de que cuando la víctima se dirigía después con su hijo al hospital Miguel Servet para ser asistido se cruzó de nuevo en la calle con sus atacantes. Convencido de que eran ellos y sabedor de que la Policía estaba todavía en el salón de juegos recabando información, padre e hijo fueron allí para decirles que acababan de ver a las personas a las que buscaban. Ello permitió detener a los tres jóvenes por un presunto delito de robo con violencia.

La juez los envía a prisión

Al tener solo 16 años, los agentes dejaron al más joven de los arrestados bajo la custodia de su madre y dieron cuenta a la Fiscalía de Menores. Los dos mayores de edad pasaron la noche en el calabozo y el miércoles comparecieron ante la juez de guardia. La Fiscalía pidió prisión provisional sin fianza para ambos, mientras que sus abogados, Carlos Vela y Antonio Cerezuela, solicitaron su puesta en libertad. Finalmente, la magistrada optó por enviarlos al centro penitenciario de Zuera.

Durante su comparecencia en el juzgado de guardia, ambos encausados negaron haber agredido al ciudadano asiático y aseguraron que no se conocían de nada. Es más, declararon que acababan de bajar a la calle desde diferentes portales cuando se cruzaron con la víctima de la paliza y les señaló como los autores. Según estos, no sabían de qué les hablaba, por lo que no se dieron a la fuga y continuaron caminando tranquilamente.

La Policía estuvo hablando con una empleada del salón de apuestas y les confirmó que estos jóvenes eran clientes y solían provocar bastantes problemas. Ahora, los investigadores van a revisar las grabaciones de aquella tarde para confirmar si estuvieron o no allí.

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