Una empresa desplegará la próxima primavera un centenar de coches eléctricos para su uso compartido por las calles de Zaragoza. Será una prueba piloto con un marcado carácter colaborativo, ya que serán los propios usuarios los encargados de recargar las baterías de los vehículos. Con este modelo se busca eliminar los altos costes de mantenimiento de un servicio que no existe en la actualidad en ninguna ciudad con menos de un millón de habitantes, según destacan desde el Ayuntamiento, que colaborará con la iniciativa.

La llegada de coches compartidos es el último eslabón de este nuevo tipo de movilidad, tras la implantación de bicis, patinetes y motos, que suman en la actualidad 5.655 vehículos en la ciudad. La propuesta la pondrá en marcha la ‘start up’ española Alma en los próximos meses y funcionará, como el resto de servicios ya presentes en Zaragoza –salvo Bizi–, sin base fija, es decir, los automóviles estarán aparcados libremente por las calles y los usuarios los localizarán a través de una aplicación de móvil.

«Complementaría el transporte público y los servicios de movilidad compartida ya existentes con el firme propósito de reemplazar el uso del coche privado», destaca la concejal del área, Natalia Chueca. «Este lanzamiento pretende demostrar que a través de una solución innovadora basada en la economía colaborativa y, aprovechando al máximo los recursos e infraestructuras locales, se puede implantar un servicio de vehículos eléctricos compartidos sin base fija de manera sostenible», argumentan desde el gobierno PP-Cs.

La clave del proyecto, en cualquier caso, será la recarga de las baterías por parte de los usuarios, que evitará que la empresa tenga que disponer de cocheras propias y reducirá los altos gastos de personal y de mantenimiento para poner a punto los vehículos, como ocurre con otros modelos similares, como los patinetes o las motos. Este sistema, presente por ejemplo en Madrid, apuesta por la instalación gratuita por parte de la compañía de puntos de recarga en los garajes de los conductores a cambio, normalmente, de un uso continuado del servicio a través de bonos o tarifas planas.

Tras Hellobyecars

En todo caso, no será la primera vez que Zaragoza cuente con un servicio de alquiler de vehículos de uso urbano. En una temprana fecha para este tipo de iniciativas, 2012, la firma Hellobyecars desembarcó en la ciudad con un modelo similar al de Bizi, ya que entonces los coches se dejaban y recogían en estaciones fijas, sobre todo aparcamientos subterráneos, pero también en la intermodal de Las Delicias.

Sin embargo, ni el respaldo público del entonces alcalde socialista Juan Alberto Belloch, ni los descuentos y beneficios aplicados como el uso gratuito de la zona azul, consiguieron consolidar el proyecto, que dos años después de su puesta en marcha fue desmantelado.