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Condenado a 5 años de prisión por abusar sexualmente de la hija de 11 años de su pareja

El tribunal de la Audiencia de Zaragoza califica de "abrumadoramente convincentes" las declaraciones de la niña y considera que el acusado miente.

El acusado, durante el juicio celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado, durante el juicio celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Heraldo

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Vasile Marza a cinco años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales de los que fue víctima una niña, hija de su compañera sentimental. 

Aunque el acusado ha negado siempre los hechos, el tribunal de la Sección Primera ha dado total credibilidad a las declaraciones de la menor y está convencido de que Vasile Marza, de 40 años, ejerció durante el juicio su derecho a mentir.

La sentencia establece como hechos probados que el procesado mantenía una relación estable con la madre de la niña desde 2013, cuando la pequeña tenía 6 años. Hasta 2018, el hombre trabajaba y residía en Madrid y se desplazaba a Zaragoza los fines de semana, tiempo que compartía con su pareja y la menor. 

Todo fue normal hasta que en mayo del pasado año Vasile Marza perdió el trabajo y se trasladó a vivir de forma permanente con su compañera sentimental y la niña, que en ese momento tenía 11 años.

A partir de ese mes comenzó a someter a la menor a tocamientos. Para el tribunal consta acreditado que un día, estando la menor en la cama durmiendo, el acusado cogió la mano de la niña y la puso en sus genitales, lo que provocó que se despertara asustada. Con frecuencia la besaba en la boca y en el cuello, le hacía cosquillas en el vientre y en una ocasión le tocó las nalgas.

Recoge la sentencia que la menor, que confiaba plenamente en su abuela, acordó con ella un código telefónico (le enviaba un mensaje con el número 5) para avisarla siempre que Vasile Marza le hiciera algo, lo que ocurrió los días 4, 15, 18, 19 y 20 de noviembre de 2018.

La abuela, ante la pasividad de la madre de la menor –según detalla el fallo–, decidió comunicar al padre de la niña lo que estaba sucediendo y este, que residía y reside en el Reino Unido, se trasladó a Zaragoza y presentó una denuncia ante la Policía.

El tribunal expone que las declaraciones de la menor tienen un gran valor probatorio y que en este caso han sido "abrumadoramente convincentes". A esta conclusión llega por la coherencia que ha mantenido a lo largo de la instrucción judicial y por los informes forenses, que dictaminaron la plena credibilidad de la niña.

Pero, esencialmente, por todo lo que los magistrados apreciaron directamente en el relato que la menor hizo durante la vista oral.

Los jueces destacan no solo el valor discurso de la pequeña, sino también el "metadiscurso" que se desprendía "de sus gestos, su actitud, sus emociones, de su dolor y de su manera de afrontar su nueva forma de vivir (en otro país y en otros escenarios)".

"Este tribunal, por su percepción directa, no tiene duda alguna de que la menor de edad ha dicho, en todo momento, la verdad", plasma la sentencia. Y esta verdad no es otra que fue víctima de unos abusos sexuales continuados, perpetrados por el compañero sentimental de su madre.

Además de la pena de prisión, el acusado no podrá acercarse ni comunicarse con la menor durante 8 años tras cumplir la pena y deberá indemnizarla con 4.000 euros en concepto de daños morales. 

También deberá pagar las costas del proceso, incluidas las de la acusación particular, ejercida por la abogada Sonia González, porque considera que su intervención ha sido valiosa tanto para la marcha del procedimiento como a la hora de ayudar a formar la convicción del tribunal.

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