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Los vecinos de Universidad denuncian un “serio” aumento de ratas junto al Huerva

El Instituto Municipal de Salud Pública ya ha intervenido y continuará haciéndolo para controlar a la población de roedores.

Los vecinos de Universidad denuncian un “serio” aumento de ratas junto al Huerva
Puente Blasco del Cacho
Leyre Ruiz

Las ratas, aunque inevitables en las grandes ciudades, nunca resultan unos vecinos agradables para quienes se topan con ellas a diario. Es lo que, desde hace unos meses, tienen que soportar los residentes del Distrito Universidad, concretamente los que viven junto al cauce del río Huerva.

Según ellos, la situación es “seria” y se debe al estado de abandono del solar en el que se ubicaban los antiguos viveros Sopesens, desmantelados hace aproximadamente cuatro años. El Ayuntamiento de Zaragoza, por su parte, asegura que el Instituto Municipal de Salud Pública (IMSP) ya ha actuado en la zona y lo seguirá haciendo, y los vecinos esperan que esas intervenciones den sus frutos cuanto antes. “Esperamos que sea rápido” señala Javier Pérez, presidente de la Asociación de Vecinos Fernando el Católico.

En las últimas semanas, el colectivo no ha parado de recibir quejas de vecinos alertando de la presencia de un gran número de ratas en la zona. “Hay quienes están un poco alarmados, porque además, frente a esta zona está la clínica Quirón”, afirma Pérez.

Por este motivo, hace tan solo unos días, la asociación solicitó a la Junta de Distrito Universidad “una solución eficaz contra la plaga de ratas en la zona”. Inmediatamente después de recibir el aviso, la Junta se puso en contacto con el IMSP para que tomaran cartas en el asunto.

Las ratas se han detectado, especialmente, junto al puente Blasco del Cacho y la calle de la Marina Española. Es precisamente allí donde Pérez grabó un vídeo el pasado domingo en el que se pueden ver hasta tres ejemplares saliendo a alimentarse. “En la zona hay patos y a los patos se les da de comer, y donde hay comida hay ratas”, comenta.

Fuentes del consistorio aseguran que recibieron el aviso un viernes y que, tres días después, el lunes, ya se estaba interviniendo. El tratamiento escogido para eliminarlas es el que se suele utilizar en estos casos: cajas con cebos con veneno. Los vecinos han de saber que esta sustancia tóxica es un anticoagulante que requiere varias dosis y que no provoca una muerte inmediata a los roedores, por lo que para ver efectos hay que esperar cierto tiempo.

No obstante, desde el Ayuntamiento recuerdan que este tema es “prioritario” y que la corporación actual está “especialmente concienciada” al respecto. Además, desde el consistorio aprovechan para hacer un llamamiento al civismo y mantener la vía pública libre de desperdicios que puedan atraer a estos molestos animales. “En su visita, los técnicos detectaron que había contenedores cerca junto a los que se acumulaba basura por fuera”, señalan.

Además, según los técnicos, es una zona complicada de tratar por la presencia en la zona de patos y gatos a los que se alimenta. "Esa comida compite con el raticida que se pueda colocar, es decir, las ratas se comen esa comida y no el raticida", explican.

Por otra parte, se trata de un espacio abierto en el que el veneno se ha de colocar en cajas de seguridad para que no puedan acceder a ellas otro tipo de animales. Asimismo, el consistorio ha remitido un informe a Limpieza pública para que actúen en esa zona y eliminen los alimentos que puedan atraer a los roedores.

En los últimos meses las ratas también han sido un problema en otras zonas de Zaragoza. A finales de agosto, los vecinos de la Almozara vieron a varias en los solares que hay entre la avenida de la Autonomía y la avenida de la Ciudad de Soria. La misma situación se dio en los alrededores de la Azucarera, en el barrio Jesús. En ambos casos, el IMSP intervino de inmediato. De hecho, durante 2018, el instituto llevó a cabo un total de 538 actuaciones contra ratas, según recoge la memoria de control de plagas del año pasado.


Una solución para los antiguos viveros

Además de pedir una solución para el incremento de las ratas en la zona, la asociación de vecinos también reclama una salida para los antiguos viveros Sopesens y la recuperación de esta zona de la ribera del Huerva.

Desde el punto de vista del colectivo, el espacio en el que se ubicaban los invernaderos podría destinarse de nuevo a la venta de plantas. “La gente siempre lo ha tenido como un lugar de referencia para eso”, señala Pérez, consciente de que un proyecto así serviría para atraer a numerosos ciudadanos hasta esta parte de la ciudad.

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