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La Policía investiga un fuego en el Arrabal que habría costado tres vidas de no ser por dos agentes

Dos policías de la Unidad Adscrita de la DGA patrullaban de madrugada cuando vieron un balcón en llamas en el barrio del Arrabal de Zaragoza. Dentro dormían, inconscientes del peligro que corrían, un matrimonio y su hijo, menor de edad.

Los agentes Daniel S. L. y Pedro A. L., de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional, relataban este viernes a HERALDO cómo sucedió todo.
Los agentes Daniel S. L. y Pedro A. L., de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional, relataban este viernes a HERALDO cómo sucedió todo.
Guillermo Mestre

La Policía Nacional trata de aclarar las causas del incendio declarado la madrugada del pasado miércoles, 20 de noviembre, en la terraza de una vivienda del Arrabal y en el que podría haber llegado a perder la vida una familia -un matrimonio y su hijo, menor de edad- si no llega a ser por la providencial y certera intervención de dos agentes de la Unidad Adscrita de la Policía. Los propios bomberos comentaron a la patrulla que “solo diez segundos más tarde” y el resultado podría haber sido catastrófico, ya que las llamas hicieron saltar la puerta de cristal de la galería y se colaron en el interior del piso, prendiendo las cortinas y extendiéndose inmediatamente por todo el salón.

La Policía Adscrita de la Policía Nacional está bajo mando del Gobierno aragonés, por lo que una de sus principales funciones es vigilar sus sedes. En uno de esos servicios, la patrulla integrada por Daniel S. L. y Pedro A. L., ambos con más de 15 años de experiencia, se desplazaba por la calle de Matías Pastor Sancho cuando vio que salía fuego de un balcón.

“Eran las tres de la madrugada y de un cubo de ropa de la sexta planta salía una llamarada de más de medio metro. Al verla, grité a mi compañero: ‘!Para, para!’. Y salimos corriendo hacía el edificio para tratar de alertar a los inquilinos de la vivienda”, relataba este viernes Pedro A. L. Mientras él se apresuraba hacía el portal, como establece el protocolo, su compañero alertaba enseguida a la sala del 091 y a los bomberos de lo que ocurría. Acto seguido, corría también hacia el número 20.

“Éramos conscientes del peligro de que el fuego se extendiera, por lo que llamamos a todos los timbres del portero automático. Nos abrieron pronto, pero al acceder vimos que el bloque era enorme y tenía seis escaleras”, explicaba Daniel S. L. Tenían que decidir por dónde empezar y el tiempo corría en su contra, pero el mismo instinto que les hizo elegir la carrera de policías les sirvió para decidir subir por la quinta escalera. Y acertaron.

“La mujer se acababa de levantar de la cama, estaba somnolienta y no era consciente de lo que estaba ocurriendo en su piso"

“Al llegar al rellano del sexto piso llamamos a las cuatro puertas que había. Con tan buena suerte que la primera persona que les abrió fue la mujer que vivía en el piso que se estaba quemando”, contaba la patrulla. “Se acababa de levantar de la cama, estaba somnolienta y no era consciente de lo que estaba ocurriendo. Pero nosotros vimos que ya había humo dentro”, relataban los agentes.

Lo primero que hicieron fue preguntar si en la casa había más gente. “La mujer nos dijo que su marido y su hijo estaban durmiendo, así que los despertamos y sacamos a los tres de allí”, recordaba Pedro A. L. La familia se refugió en la vivienda de un vecino, pero los agentes accedieron al salón. “Y justo en ese momento se quebró el cristal y una enorme llamarada pegó fuego a las cortinas. Acto seguido, el humo negro que habían provocado la persiana y el toldo de la terraza al quemarse se coló también en el piso”, indicaban.

Como pudieron, los funcionarios salieron en busca de algún extintor en las escaleras del bloque. Encontraron dos y, no sin dificultad, lograron contener el avance de las llamas. De hecho, cuando llegaron los bomberos el incendio estaba extinguido. Eso sí, los agentes habían inhalado tanto humo que tuvieron que recibir después asistencia sanitaria. En cualquier caso, unas horas después, tras pasar por comisaría y cambiarse de uniforme, estaban de nuevo en la calle de servicio.

Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, la Policía Científica investiga ahora las causas del incendio. De hecho, todavía tiene pendiente hacer otra inspección ocular en el lugar de los hechos. Habrá que esperar a conocer las conclusiones de su informe, pero por el lugar donde se iniciaron las llamas, parece poco probable en cortocircuito y no se puede descartar que alguna colilla caída sobre el cesto de la ropa desencadenara el fuego.

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