asesinato machista

La sombra del juicio contra Rodrigo Lanza planeó en la sala

Fiscalía y abogados presentes en el juicio contra David Pellicer por el asesinato de su mujer piden al jurado que esté atento. 

El acusado, momentos antes de comenzar a declarar.
El acusado, momentos antes de comenzar a declarar.
Heraldo

El largo e intenso juicio por el llamado crimen de los tirantes que se ha celebrado en la Audiencia de Zaragoza durante las dos últimas semanas estuvo muy presente ayer, en la nueva vista oral con un tribunal popular que en esta ocasión juzga a David Pellicer Criado por un asesinato machista.

José Luis Gay, abogado de la Comunidad Autónoma, mencionó expresamente el caso para indicar a los miembros del jurado la posición física en la que estaba el acusado, cerca de su abogada defensora, Carmen Sánchez, para poder comunicarse con ella, pero no en los estrados, como estuvo Rodrigo Lanza.  

El letrado expuso que nunca debería haberse permitido que estuviera en los estrados ni que se situara al mismo nivel a quien ha quebrantado la ley y a los defensores de la misma y de la Justicia. Gay ejerce la acción popular en la causa de acuerdo con la Ley de Prevención y Protección Integral a las Mujeres Víctimas de Violencia en Aragón. 

Durante sus intervenciones previas al interrogatorio, todas las partes se esforzaron en exponer claramente su postura y los argumentos que la sostienen, así como en pedir "atención" y "sentido común" a los jurados.

"Que un señor haya matado a su pareja utilizando tal fuerza que le rompió el cuello y días antes había visitado páginas de cómo hacerlo, nos puede llevar a pensar que lo hizo de forma intencionada", indicó al jurado Paloma Sopeña, fiscal de este caso. 

"Oirán versiones distintas. Todas coinciden en que el acusado mató a su mujer, pero no en la forma. El acusado dirá que no la mató de forma intencionada y pensando que su pareja mujer tenía la obligación de quedarse con él cumpliendo los roles de mujer y de hombre. Apelará a su bondad y credulidad. Les pido que no se dejen confundir", manifestó.

El abogado Noé Gabás, en representación de los padres y de la hija de Raquel D., recordó a los nueve jurados (siete hombres y dos mujeres) que además de acusar a David Pellicer de un delito de asesinato –"con alevosía, calculado y premeditado"– también le atribuye otro de malos tratos psicológicos y físicos –sometimiento machista, continuos desprecios y angustiosos controles– que terminaron cuando llegó el día de la muerte. 

"Les dirán que no hay denuncias por malos tratos, pero deben recordar que el 80% de las mujeres asesinadas este año por sus parejas o exparejas no habían denunciado previamente".

También está presente en el procedimiento la abogada del Estado en representación del Ministerio de Hacienda. Su misión es conseguir que los 58.872 euros que el Estado ha pagado a la hija de Raquel que quedó huérfana, los abone el acusado.

Por su parte, la letrada del acusado presentó a su cliente como un hombre nada celoso al que su mujer le era infiel. Insistió en que lo maltrataba "psicológicamente" y se "aprovechaba" de su trabajo porque con lo que ella ganaba con el suyo no le llegaba. En su opinión, estaba en un estado tal de ansiedad que sufrió un trastorno mental transitorio y un "cortocircuito", como reiteradamente se pudo escuchar al   abogado de Lanza decir a favor de su representado.

Su exposición indignó a los miembros de la familia de la víctima presentes en la sala, que en silencio escucharon cómo se enjuiciaba a Raquel D., aunque en más de una ocasión su padre se tapaba la cara con las manos y negaba con la cabeza todo lo que estaba oyendo sobre su hija. Hoy será el día de los testigos.

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