crimen machista

“Raquel fue atacada por la espalda, de manera sorpresiva y brutal”

La Policía descarta por completo una muerte tras una caída accidental desde la cama y ratifica que David Pellicer asesinó a su mujer estrangulándola. Comprobaron que el acusado consultó previamente páginas web sobre cómo matar a una persona.

David Pellicer, durante la sesión del juicio celebrada en la Audiencia este martes.
David Pellicer, durante la sesión del juicio celebrada en la Audiencia este martes.
José Miguel Marco

Si en la primera sesión del juicio David Pellicer intentó sembrar la duda en el jurado sobre cómo se produjo la muerte de su mujer y planteó la posibilidad de que Raquel D. se rompiera ella sola el cuello al caer desde la cama mientras forcejeaba con él, la Policía desmontó por completo este martes su versión.

"Raquel fue acometida por detrás y por la espalda, de manera sorpresiva y brutal. No tuvo ningún tipo de opción de defensa", explicó el jefe del Grupo de Homicidios a los miembros del jurado que enjuician a Pellicer como presunto autor del asesinato de su pareja. 

El crimen se cometió en junio de 2018 en el piso de la calle de Marcos Zapata de Las Delicias en el que residían con su hija de 10 años, que en ese momento no estaba en casa.

La víctima, como luego confirmó la autopsia, presentaba un fuerte hematoma en el cuello, la zona nasal y bucal amoratadas y una lesión en el pómulo, cerca del ojo. No tenía ninguna señal de defensa en su cuerpo. El acusado tampoco tenía ninguna lesión.

"De ninguna manera la fuerza ejercida en la víctima pudo ser accidental. La agarró por el cuello con un brazo y con el otro le tapó la boca para que no gritara y la nariz para que no respirara. La presión le rompió las vértebras cervicales", expuso el funcionario.

Pero además de los signos que los policías vieron en el cadáver, observaron otros elementos que les llevaron a concluir que los hechos se produjeron de forma distinta a la que cuenta el procesado. Entre otros, destacaron que el aspecto ordenado de la casa no se correspondía con el escenario de una lucha entre dos personas. 

El cadáver de Raquel D. se hallaba en el dormitorio de la pareja y la sábana bajera de la cama, igual que las almohadas, estaban completamente estiradas. Mientras, el edredón y la sábana superior estaban arrugados a los pies de la cama. 

"No parecía que en esa cama hubiera habido poco antes dos personas acostadas", afirmaron. La víctima estaba vestida con unos pantalones cortos y camiseta, llevaba ropa interior y toda la ropa la tenía perfectamente colocada.

La posición de estos elementos elimina la posibilidad de que, como dijo el acusado el lunes, agrediera a su compañera cuando estaban tumbados a oscuras y ella dándole la espalda y discutiendo acaloradamente. Los policías de Homicidios son de la opinión de que David Pellicer atacó a Raquel estando ambos de pie en el dormitorio.

A su juicio, la agresión fue producto de la no aceptación de la ruptura de la relación que la pareja acordó el 18 de junio. El propio acusado, cuando se presentó a las 5.00 en la Jefatura de Policía, dijo a los agentes que había matado a su mujer porque ella quería dejar la relación, según ratificaron ayer los agentes que lo atendieron.

Pero los investigadores llegaron a esa conclusión también al analizar los teléfonos móviles tanto de la fallecida como del procesado y comprobar las consultas a páginas web que hizo Pellicer desde ese día hasta el 25 de junio, fecha en la que se cumplía el plazo para que se fuera de casa, según palabras del acusado.

El mismo 18 de junio, David Pellicer estuvo consultando la página: "11 maneras, manual del asesino en serie" y otras sobre investigación de asesinatos publicados en prensa y consejos para conseguir atenuantes en las condenas como la confesión.

El detonante de la separación

Muchas víctimas de violencia machista han sido asesinadas cuando anunciaron que rompían la relación. Evidentemente no fue la causa de la agresión, pues esta suele ser la no aceptación del hombre de la ruptura y su forma de considerar a su pareja una posesión bajo su control, sino el detonante. 

En el caso de David Pellicer, los policías que lo atendieron en la Jefatura Superior cuando se presentó a las 5.00 para entregarse declararon este martes que el acusado les dijo que había matado a su mujer porque quería dejarle. En los teléfonos de la víctima y el agresor, hallaron mensajes cruzados que revelan la forma tan distinta de encajar la decisión. 

En los wasaps, ella decía a sus amistades frases como: "Ya le he dicho que esto era un puto infierno y no puedo más" o "esto no hay quien lo aguante. Me siento una jodida prisionera. Primero me dijo que se iba cuando la niña (se fue con su abuela un miércoles al acabar el colegio y el crimen lo cometió el domingo) y luego el fin de semana" o "ya me he separado. Aún está aquí pero en cuanto encuentre algo, se va". 

Mientras, los mensajes de él hacia ella eran: "Me gustaría seguir contigo", "dame otra oportunidad, no pierdes nada" o "siento que me veas así, no te culpes, soy yo". 

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