zaragoza

Absuelven al guardia civil al que su exmujer acusó de intentar violar a su hija de 3 años

El hombre se enfrentaba a una petición de cárcel de 20 años, pero la Audiencia de Provincial no halla pruebas para condenarlo y no descarta que su expareja lo denunciara por motivos espurios o intento de venganza.

El guardia civil, durante el juicio celebrado el pasado 30 de octubre en la Audiencia de Zaragoza.
El guardia civil, durante el juicio celebrado el pasado 30 de octubre en la Audiencia de Zaragoza.
HA

La Audiencia de Zaragoza no ha encontrado ninguna prueba de consistencia que permita condenar al guardia civil que se sentó en el banquillo a finales de octubre por presuntos abusos sexuales a su hija de tres años. Quien denunció al agente fue su exmujer y madre la menor, quien le acusó también de intentar violar a la pequeña y pidió para él una condena de 20 años de prisión y 30 de alejamiento. Sin embargo, tras lo visto en el juicio, el tribunal concluye que solo cabe la absolución del procesado y no descarta que la denunciante actuara movida por motivos espurios o un afán de revancha.

Para llegar a esta conclusión, los magistrados recuerdan que acusado y denunciante mantuvieron una relación de pareja de hecho durante tres años, fruto de la cual nació la niña en septiembre de 2012. Solo unos meses después, ambos se separaron, manteniendo desde entonces una relación «muy conflictiva». Hasta el punto de que ella ya interpuso entonces una denuncia contra el guardia civil por presuntos malos tratos, tanto físicos como psíquicos. Pero como ha sucedido ahora, el hombre acabó absuelto.

Pero ni aquella vez ni esta el padre de la niña se ha librado del «calvario» –como lo define su abogada, Rosario Álvarez– que supone verse obligado a sentarse en el banquillo de los acusados y ser señalado por unos hechos tan deleznables. Es más, pese a que los tribunales han cuestionado en sendas ocasiones la verdadera intención de su exmujer al denunciarlo, en ninguno de los casos esta ha sido condenada en costas, teniendo que asumir él los gastos de su defensa.

Tampoco se hallaron lesiones

La Sección Primera de la Audiencia Provincial no solo cuestiona en su sentencia el testimonio de la denunciante, sino también la credibilidad y veracidad del relato de hechos que dio la niña. Dada su corta edad –ahora tiene siete años–, se acordó que esta no compareciera en la vista oral. Por lo tanto, el tribunal solo podía valorar las respuestas que dio cuando fue entrevistada por las psicólogas. Y aunque una doctora del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) dijo estar convencida de que la menor sufría abusos, cuatro compañeros forenses negaron que pudiera llegarse a esa conclusión. Los propios magistrados consideran «exagerada» la rotundidad con la que se pronunció la primera, que en ningún momento llegó a hablar con la niña.

La Sala no descarta fabulación en el relato de la menor, máxime teniendo en cuenta que cuando ocurrieron los hechos solo tenía tres años y era muy influenciable. Recuerda también que, pese a que el acusado se le atribuía una tentativa de violación, los médicos no encontraron lesiones compatibles con semejante agresión. «Se nos hace harto difícil creer que la introducción del pene de una persona mayor de edad en la vagina o el ano de una niña de tres años no deje signos evidentes de la penetración», concluyen. La sentencia es recurrible.

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