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Más de 300 Malasmadres se dan cita en Zaragoza

Se trata de la cuarta ciudad española, tras Málaga, Valladolid y Madrid, en albergar este acto que propone replantearse el concepto tradicional de maternidad.

Laura Baena, fundadora de Malasmadres
Laura Baena, fundadora de Malasmadres
Camino Ivars

¿Qué significa ser una buena madre hoy en día? Seguramente a algunos les surjan dudas a la hora de dar una respuesta. Este jueves, la Cámara de Comercio de Zaragoza reunía a más de 300 ‘Malasmadres’ de Aragón en un debate en torno a la conciliación, la corresponsabilidad y el talento femenino. Una cita con un objetivo muy claro: desmontar los falsos mitos que existen en torno a la maternidad.

Hoy, el Club de Malasmadres, creado en 2014 de la mano de la malagueña Laura Baena, congrega a más de 750.000 personas en todo el mundo. Pero, ¿cómo nace esta idea? En sus palabras, todo surge de su propia experiencia como madre primeriza. “Nace de una necesidad personal de desahogo. Cuando me quedé embarazada trabajaba en una agencia de publicidad, llegaba a casa por la noche como podía y publicaba cómo me sentía en clave de humor”, explica.

A raíz de estas publicaciones en Twitter, Baena descubrió que no estaba sola y que cada vez más mujeres se atrevían a "salir del armario", y Malasmadres pasó de un tuit a convertirse en un movimiento social. “Sentí que todo lo que siempre me habían contado sobre el embarazo y la maternidad era mentira, fue a partir de esta crisis existencial como surgió este club emocional”, asevera. Así se dio cuenta de que el modelo social de maternidad instaurado era obsoleto y que la mujer del siglo XXI no quería tener que elegir entre ser madre o profesional.

Sin embargo, ella misma tuvo que acabar dejando su empleo por la imposibilidad de conciliar. Hoy, embarazada de su tercera hija, asegura que se vio obligada a emprender y a ser su propia jefa. “6 de cada 10 mujeres renunciamos a nuestra carrera profesional”, admite Baena, que asegura que la culpa es una de las barreras más comunes y más difíciles de superar. “No puedes sentirte mala madre por tener tu espacio o tus objetivos. Hemos logrado que pase de ser una vergüenza a que muchas mujeres lo luzcan con orgullo”, resume.

En este club tienen claro que la maternidad es una cosa de dos y que requiere de un profundo cambio social y del apoyo del tejido empresarial y de las instituciones para lograr un entorno laboral más flexible y adaptado a los nuevos modelos de vida. “Cuando nace un bebé los roles tradicionales se destapan y la mayor parte del peso recae sobre la mujer”, explica. Ya que, en su opinión, el mero hecho de acogerse a la reducción de jornada o a una excedencia laboral es, en cierto modo, una renuncia: “una renuncia a parte de tus beneficios, de tu sueldo, de tu vida. Hay que modificar el sistema productivo para que el trabajo se adapte a esta realidad”. Por eso, desde hace cuatro años el Club creó la asociación ‘Yo no renuncio’ en pro de la conciliación.

Para Baena, estar en Zaragoza es un sueño cumplido, una ciudad donde, asegura, hay “una gran cantidad de Malasmadres”. De hecho, las entradas se agotaron tan solo 3 horas después de salir a la venta. Junto a ella, tres aragonesas tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias en torno a la maternidad en ‘Malasmadres On Tour’. Entre ellas, Nathalia Antas, gerente de Zaragoza Servicios, Berta Lorente, vicepresidenta de la Cámara de Comercio y Natalia Belmonte, directora comercial de Menuda Feria.

Educar en corresponsabilidad

“Yo soy muy Malamadre desde antes, incluso, de que naciera mi hija”, bromea Belmonte. Y es que, en su caso, asegura que siempre se ha sentido identificada con su discurso. “Lo sentí al leer un decálogo en el que enseguida vi que cumplía, uno por uno, todos los puntos”, explica. Hoy asegura que hasta hace cuatro años, cuando nació su hija, jamás imaginó lo que supondría el hecho de “ser mamá”. “De repente me vi desbordada y me di cuenta de que todo el mundo me decía lo que tenía que hacer”, afirma.

En su caso, se trata del único ejemplo de la mesa que trabaja por cuenta ajena, un claro ejemplo de buenas prácticas en su empresa la cual no dudó en adaptarse a su nueva vida. “Tuve mucha suerte ya que me dieron todas las facilidades aunque siempre hay épocas mejores y peores. Además, en el mundo de la maternidad no hay un horario, puede pasar cualquier cosa y te tienes que adaptar”, explica.

“Algunas veces estás en casa y tienes la mente en el trabajo y viceversa, por eso la figura de mi pareja es fundamental. Somos un 50% y cuando yo no estoy es él quien coge las riendas”, explica. Ojo, que asegura que no por eso es un padrazo, sino simplemente, una persona responsable. “Estoy orgullosa de poder crecer mientras mi familia está atendida y es así como debería ser siempre”, afirma. En su opinión, este modelo de vida es el mejor ejemplo para su hija, que será una Malamadre del futuro: “Quiero ser una mujer profesional e independiente y que mi hija no tenga que enfrentarse el día de mañana a lo que nos hemos tenido que enfrentar nosotras”, concluye.

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