Medio Ambiente
El Seprona requisa 1,5 toneladas de setas en año y medio por el aumento del furtivismo
Solo en 2018 la Guardia Civil tramitó más de 40 denuncias en las tres provincias.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha requisado más de 1,5 toneladas de setas en Aragón en el último año y medio. Solo en 2018 decomisó más de 950, la mayoría, hasta 610, en Zaragoza. En la provincia de Huesca intervino 19,5 y en la de Teruel, 322.
La explicación, afirma el teniente José Antonio Gila, jefe del Seprona en Zaragoza, está en que en los últimos años han aparecido bandas de ciudadanos extranjeros que utilizan rastrillos y azadas para "desmantelar el monte". "No es tan preocupante como en otras provincias como Soria, pero llama la atención. Hace 15 años no ocurría", subraya. Estas personas, que muchas veces ni siquiera hablan castellano, suelen pertenecer a grupos organizados que recogen grandes cantidades de mercancía y la venden "a proveedores sin escrúpulos" o la trasladan a otras provincias.
Hace un año, el mayor ‘golpe’ contra los furtivos se produjo en el término municipal de Villalengua, en Zaragoza. Entonces se intervinieron más de 481 kilos de níscalos recolectados ilegalmente en una zona acotada. Los agentes sorprendieron en cuestión de una semana a varias personas sin autorización, hecho que se tradujo en una quincena de denuncias por infracciones contra la ley que regula la recolección de setas silvestres en Aragón. Solo en esta provincia se realizaron cinco grandes operaciones y se efectuaron 26 denuncias.
También decomisaron 322 kilos en la Sierra de Albarracín, en la provincia de Teruel. En este caso, a una única persona. La Guardia Civil observó a un particular utilizando una furgoneta y útiles de pesaje y realizando labores de compraventa de hongos con recolectores de la zona. Al solicitarle su identificación, el libro de registro de las setas adquiridas, el listado de las identidades de los compradores y la autorización municipal comprobaron que carecía de todos estos requisitos.
En Huesca, más allá de los 19,5 kilos intervenidos, llaman la atención las 16 infracciones registradas en 2018. En lo que va de año, las estadísticas oficiales confirman que se ha producido una.
Las sanciones
Gran parte de las setas decomisadas terminan destruyéndose, ya que no puede demostrarse en qué termino municipal han sido recolectadas. Cuando su procedencia sí está clara son entregadas al Ayuntamiento en cuestión, ya que, como recuerda el teniente Gila, "son propiedad municipal".
Las sanciones por estas infracciones vienen tipificadas en la Ley de Montes, que contempla multas de 100 a 1.000 euros para las leves, y de 1.001 a 100.000 para las graves. No se producen, sin embargo, detenciones, ya que, en principio, no queda acreditado que estas setas representen un riesgo para la salud pública.
Este 2019, el Seprona ya ha realizado dos grandes intervenciones en la provincia de Zaragoza, las únicas de calado registradas enAragón. La primera se desarrolló a mediados de mes en el término municipal de Calatayud, donde se intervinieron 390 kilos de boletus no aptos para el consumo.
En total, los agentes hallaron 51 cajas y nueve bolsas de rafia en el interior de una furgoneta ocupada por nueve personas de nacionalidad rumana. Todos, según informaron desde la Guardia Civil, fueron enunciados por una infracción a la Ley de Montes.
También se actuó hace apenas unos días en Pina. En este caso, apuntan desde la Guardia Civil, se requisaron 160 kilos a dos personas que circulaban en un vehículo dirección Barcelona. El total, suma ya 550, una cifra que se acerca a los 610 de rebollones, trompetillas y llanega negra de 2018.
Cada campaña, advirtió el teniente Gila, "es diferente", ya que las actuaciones guardan una estrecha relación con la meteorología. Los servicios se realizan, sobre todo, en fines de semana. En la provincia de Zaragoza se vigilan especialmente la zona del Moncayo y el límite con la provincia de Teruel, puntos en los que los furtivos han sido sorprendidos en más de una ocasión.
