barrios de zaragoza
El distrito de Torrero trata de minimizar las afecciones por el derribo del Lestonnac
Las asociaciones de la zona se reunieron con el concejal de Urbanismo para tratar temas como la conservación de los Pinares de Venecia y la protección al pequeño comercio.
Las entidades vecinales de los barrios de Torrero y La Paz están luchando para que el derribo del antiguo colegio Lestonnac y su reconversión en superficie comercial generen en la zona las menores afecciones posibles.
Hace aproximadamente una semana, comenzó la demolición del inmueble, sin uso desde hace más de una década y objeto de numerosas polémicas y reivindicaciones. Se termina así con años de incertidumbre y proyectos que nunca salieron adelante, entre los que se encontraban la construcción de un colegio privado, un centro de estudios islámicos o una mezquita.
Las asociaciones de la zona, no obstante, siempre han apostado porque el espacio que ocupaba el antiguo centro educativo –de más de 9.400 metros cuadrados- tuviera un uso social, lo que les ha llevado a movilizarse en numerosas ocasiones. Ahora que las máquinas están trabajando ya a pleno rendimiento, son conscientes de que la construcción del supermercado es una realidad, aunque están tratando por todos los medios de que las obras y el futuro establecimiento tengan el menor impacto posible en el barrio. “Las primeras afecciones ya se han producido por el tema de los aparcamientos. Al ser un espacio tan amplio, en esta zona aparcaban en torno a 50 o 60 coches, y de la noche a la mañana los vecinos se han visto afectados y no se ha buscado ninguna alternativa”, señala José Luis Villalobos, presidente de la Asociación de Vecinos de La Paz.
Por este motivo, representantes de este colectivo y también de la Asociación de Vecinos Venecia-Montes de Torrero y de la Asociación Cultural El Cantero de Torrero mantuvieron una reunión con el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano. El encuentro se produjo el pasado 22 de octubre, y en él, las asociaciones manifestaron todas sus inquietudes con respecto a los trabajos, que también contemplan la construcción de una nueva calle de entrada y salida a través de los pinares hacia el Tercer Cinturón.
“Un número significativo de pinos van a ser eliminados. Además, el hecho de que se vaya a hacer un supermercado supondrá que camiones y otros vehículos de alta capacidad se introduzcan por el barrio, y ni las calles ni el conjunto de la zona están diseñados para eso”, advierte Villalobos.
Por otra parte, desde la Asociación de Vecinos de La Paz aseguran que el nuevo establecimiento tendrá consecuencias sobre el comercio de proximidad. “El pequeño comercio se verá perjudicado”, consideran.
Por todos estos motivos, en el encuentro con Serrano, las asociaciones pidieron una serie de medidas como la elaboración de un estudio detallado del tráfico previsto en la manzana; el acondicionamiento y la mejora de los pinares, cuyo estado ya ha sido denunciado por los colectivos; y un plan que integre e impulse el eje comercial de la Plaza de las Canteras, Fray Julián Garcés y la avenida de América. Una reunión en la que, según los asistentes, el consistorio mostró una buena disposición. “Ha habido un compromiso por parte del Ayuntamiento de que nos podamos reunir con Parques y Jardines para intentar recuperar el pinar”, señala Villalobos.
A favor de equipamientos para los vecinos
Desde el primer momento, las asociaciones de la zona han defendido que el antiguo colegio Lestonnac tendría que haber tenido un uso social. Sin embargo, en 2016, la Gerencia de Urbanismo aprobó cambiar los usos de suelo, que pasaron de ser educativos a comerciales.
“Lamentamos que las alegación presentadas en su día por la Asociación de la Paz para evitar el cambio de uso de los citados terreno, no se hayan tenido en cuenta”, apunta Villalobos. “Toda esta zona está muy envejecida y no hay centro de día. Eso hubiera sido fundamental”, añade.
Una vieja demanda satisfecha
Lo que sí que han podido celebrar recientemente los vecinos de La Paz es la instalación de una plataforma en la parada de bus de la calle Villa de Pau, junto al Parque de La Paz, entre las calles Moyano y Faustino Casamayor.
Se trataba de una petición que los vecinos llevaban haciendo desde hace más de seis años y que por fin han visto hacerse realidad. “Cuesta, pero al final se nos hace caso. Que una cosa tan sencilla como colocar una plataforma para facilitar el acceso al bus de las personas con problemas de movilidad cueste tanto tiempo es un poco lamentable, pero nos alegramos de tenerla ya”, concluye Villalobos.
