TRIBUNALES EN ZARAGOZA

Niega que violara a una discapacitada junto a Conde Aranda, pero le piden 8 años

La mujer, de 30 años, asegura que el acusado se le acercó primero para pedirle un cigarrillo y que luego se la llevó casi a rastras a su piso para agredirla sexualmente.

Este singular edificio, junto a la plaza del Portillo, está a la venta.
Los hechos se produjeron muy cerca de la calle de Conde Aranda de Zaragoza.
Raquel Labodía

La Audiencia de Zaragoza sentará el próximo 12 de noviembre en el banquillo a Diego G. H., de 39 años, como presunto autor de la agresión sexual denunciada por una mujer, de 30, a la que el Instituto Aragonés de Servicios Sociales tiene reconocida una discapacidad del 33%. La Fiscalía da plena credibilidad al relato de la víctima y solicita una condena de ocho años de prisión y otros siete de libertad vigilada. Esta parte propondrá también al tribunal la imposición al procesado de una medida de alejamiento que le impida comunicarse o aproximarse a menos de 200 metros de la denunciante por un periodo de diez años.

La defensa, por su parte, pide la absolución, ya que niega que el hombre obligara a la discapacitada a mantener relaciones sexuales contra su voluntad. Es más, mantiene que su cliente ni siquiera se percató de la discapacidad de esta persona. Y esto es algo que sí considera creíble la acusación pública, tal y como refleja en su escrito de calificación provisional.

Los hechos que enjuiciará la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza se produjeron en la madrugada del 12 de julio de 2018. Según declaró en su día la denunciante, sobre la 1.40 bajó a la calle a comprar tabaco y se quedó fumando un cigarrillo en la esquina de las calles de Mariano Cerezo y Conde de Aranda. En ese momento se le acercó el encausado para pedirle un pitillo, pero la mujer se negó a dárselo. En cualquier caso, esta mantiene que el hombre se quedó hablando con ella y le propuso acompañarlo hasta su casa.

Según la denuncia, la víctima le dijo al acusado que la dejara en paz, que quería regresar a su casa.Sin embargo, parece que este la agarró con fuerza de la mano y casi a rastras se la llevó a su domicilio, en las inmediaciones de la calle Ramón y Cajal. Una vez allí, el hombre dijo a la mujer que era muy guapa y que quería mantener relaciones sexuales. Al negarse, este se abalanzó sobre la joven y empezó a quitarle la ropa. Para tratar de vencer su resistencia, él le pegó varias bofetadas y la inmovilizó, consiguiendo finalmente penetrarla.

Pasado un tiempo y aprovechando que su agresor estaba descansando, la denunciante se marchó de la vivienda y no contó nada de lo sucedido hasta dos días después. Sobre el encausado pesa una condena firme de 2018 por robo con violencia, entre otras.

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