sucesos en Aragón

La fiscal aprecia trastorno mental en dos acusados de un acuchillamiento en Tauste

Rebaja la pena y solicita 5 años de cárcel para uno de ellos por la tentativa de asesinato de un joven en Tauste e igual castigo para una mujer como inductora. 

El acusado, Jorge L., delante de la acusada, Desiré A. (sentada), durante el juicio en la Audiencia.
El acusado, Jorge L., delante de la acusada, Desiré A. (sentada), durante el juicio en la Audiencia.
Heraldo

La representante de la Fiscalía optó este martes por rebajar de ocho a cinco años de prisión su petición de condena para Jorge L., de 40 años, y Desiré A., de 36, por tentativa de asesinato. La decisión la tomó al tener en cuenta la valoración médico forense de ambos acusados de que son parcialmente imputables debido a las enfermedades mentales que padecen. 

Tal y como explicó la fiscal, él tiene una esquizofrenia residual para la que en el momento de ocurrir estos hechos no tomaba medicación, bebía alcohol y consumía drogas, y ella está diagnosticada como bipolar. Estas circunstancias suponen una eximente incompleta en su conducta, que se traduce en una reducción de la pena al no ser totalmente responsables de sus actos.

La fiscal relató que el 21 de noviembre de 2017 los dos se juntaron en un local de la familia del primero en la calle de San Cristóbal de Tauste. Por causas que no han quedado claras y que serán las que los magistrados diluciden en su sentencia, Jorge L. llamó a A. E., de 20 años, con el teléfono de Desiré A. y lo citó allí. Poco después, el joven acudía hasta el lugar pero, apenas habían transcurrido unos minutos, salía huyendo con ocho cuchilladas en el cuerpo, dos de ellas en el pulmón que le causaron un neumotórax que podía haber sido mortal, como dijeron los forenses, si no lo hubieran operado.

Según el acusado, el motivo de la llamada fue para pedirle que le llevara diez gramos de cocaína; según la encausada, los dos varones se citaron porque Jorge L. tenía una deuda de 1.800 euros con A. E. por drogas; según la propia víctima, fue Desiré A. quien le pidió que acudiera al local para hablar con él, sin especificar el tema de conversación.

De los dos acusados, solo Jorge L. reconoce que acuchilló al joven, pero se justificó diciendo que lo hizo porque Desiré A. se lo pidió y él es muy influenciable, algo que ella niega. La abogada de la acusada, Carmen Sánchez, pide la absolución para su cliente argumentando que no participó en nada y fue una "mera espectadora" de una "pelea violenta" entre dos hombres. 

"Su presencia es inocua. No es ideóloga de nada ni merecedora de una condena de cinco años", dijo. Subsidiariamente y si la Audiencia la considerase autora de un delito de asesinato frustrado, sería como cómplice y la pena sería de tres años y 9 meses.

Mientras, el abogado de Jorge L., Jesús Avellana, calificó los hechos de "lesiones agravadas" y de "marcas" con el cuchillo las heridas que su cliente causó al joven. Planteó que el neumotórax no era mortal y que podía ser espontáneo, como le ocurre a "jóvenes altos y delgados" y a algún deportista.

Solicitó la eximente completa y pidió la atenuante de reparación del daño, puesto que su representado aportó 1.250 euros antes del juicio, la mitad de la responsabilidad civil que pide la Fiscalía.

Por su parte, la acusación particular, a cargo de la letrada Ana Herrando, mantuvo la petición de condena de quince años para el acusado y diez para la procesada por asesinato frustrado. Alegó que fue atacado por sorpresa y por la espalda. 

Recordó que tuvo que recibir tratamiento en la oenegé Médicos del Mundo porque no tiene recursos y fue tratado durante seis meses por la psicóloga de la oficina de ayuda a víctimas de delitos violentos. La abogada reclama 2.120 euros por las lesiones y 4.500 por las secuelas. 

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