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Solo un 1,4% de los trabajadores aragoneses se mudó el año pasado por trabajo

El 90,3% de los ocupados aragoneses lleva viviendo en el mismo municipio más de cinco años.

Vistas aérea de Zaragoza
Vista aérea de Zaragoza
Guillermo Mestre

“Soy de un pueblo de Castellón, pero mi padre siempre ha trabajado por la zona de Gúdar y pensé que era más cómodo mudarme allí, ahora que me he quedado yo con el negocio”, explica M. G., una de las 2.100 personas trabajadoras que residían fuera de la Comunidad aragonesa y que en el último año se han mudado a Aragón. Como estas, otros 3.700 trabajadores que ya residían en la región aragonesa se han cambiado de municipio, al igual que 2.500 trabajadores procedentes de otros países. En total, 8.300 personas que están ocupadas han cambiado de residencia en el último año. O, lo que es lo mismo, un 1,4% del total de los ocupados en Aragón, según la Estadística de movilidad laboral y geográfica (EMLG), publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Comunidad aragonesa es, según dicha estadística, la segunda región con menor porcentaje de movilidad de sus trabajadores, superada tan solo por Extremadura, donde un 1,3% de sus empleados se han mudado. Una estadística que lideran Cataluña, con un 3,9% de sus trabajadores, y la Comunidad de Madrid, con un 3,3%. “Me fui a Huesca porque allí tenía trabajo y en Teruel no, pero mi objetivo es volver a mi pueblo, con mi familia, y por eso, continúo estudiando para conseguir plaza allí”, cuenta María I.V. “Los que tenemos una carrera vinculada a la sanidad, ya sabemos que nuestros primeros años de vida laboral van a ser itinerantes”, añade la misma, que también alude a otras profesiones como las relacionadas con la educación.  

Este sentido de pertenencia es el que comparten el 39,4% de los trabajadores que mantienen la misma residencia desde su nacimiento, una cifra que aun estando por encima de la media española (32,4%) la rebasan en cinco autonomías: el 50,7% en la Región de Murcia; el 44,1% en Extremadura; el 42,2% en Asturias; el 40,7% en Andalucía, y el 39,7% en Galicia. Eso sí, los aragoneses ocupados no se mudan mucho, pues el 90,3% de los trabajadores lleva viviendo en el mismo municipio más de cinco años.

Unos números, que aunque positivos para los que cuentan con dicha estabilidad, también indican que no se trata de una comunidad demasiado atrayente para otros. En el último año, como se indicaba, 2.100 personas trabajadoras, que fijaban su residencia en otra región española, se establecieron en una localidad aragonesa. Un número que en términos absolutos se queda lejos de los 33.500 de la Comunidad de Madrid o los 19.100 que eligieron Cataluña, y que sitúa a Aragón a la cola junto a Canarias (1.800); Cantabria (1.200); La Rioja (900), y Extremadura (700). Asimismo, es destacable que se trata del dato más bajo de la Comunidad, desde 2010, año en el que se empezó a cuantificar este tipo de movilidad laboral, siendo 2015 el ejercicio en el que más españoles trabajadores procedentes de otras autonomías se establecieron en la región aragonesa. Los llegados de otras comunidades suponen del total de ocupados en la Comunidad un 16,4%. Una cifra, que aunque inferior a la alcanzada en los últimos cinco ejercicios (17,4%), es superior a la media nacional, que se sitúa en un 14%.  

"Me mude a Aragón por amor, y encontrar algo donde trabajar fue un calvario: estuve casi tres años sin nada”

Pero no todo es fácil para los que deciden fijar su residencia en Aragón. Un 20,2% de los parados que fija su residencia en Aragón procede de otras comunidades, siendo la quinta región que cuenta con mayor porcentaje de desempleados de este tipo, tras La Rioja (26,6%), Castilla-La Mancha (25,6%), Navarra (25,2%) y Baleares (21%). “Ahora ya tengo trabajo y, aunque no cuento con un contrato indefinido, puedo decir que llevo casi dos años saltando de un empleo a otro. Pero, la realidad es que me mude a Aragón por amor, y encontrar algo fue un calvario: estuve casi tres años sin nada”, narra. L. G. B.

Lo mismo ocurre con los llegados de otros países, que suponen un 10,7% del total de los ocupados en Aragón y un 23,6% de los desempleados. La Comunidad se sitúa como la séptima región con más presencia en su entramado laboral de personas que fijaron su residencia anterior en otro país, por detrás de Cataluña (11,2%), la Región de Murcia (11,7%), la Comunidad Valenciana (11,4%), la Comunidad de Madrid (14,5%), Canarias (15,4%) y Baleares (17,4%). Mientras que destaca por ser la que mayor porcentaje de personas paradas provienen de otros estados, un dato que puede tener su explicación, dado que esta estadística del INE hace referencia al primer trimestre de cada año natural.

Para los que más tiempo llevan en Aragón tampoco resulta fácil encontrar empleo. Aquellos que desde su nacimiento no han cambiado su residencia copan el 32,2% de la cifra total de desempleados y los que han cambiado de municipio pero ya fijaban su residencia anterior en otro lugar de la Comunidad suponen el 24%.

Asimismo, queda patente en la EMLG que a la posibilidad de encontrar un trabajo, el tener una casa, familia y una estabilidad social son cuestiones que pesan en la balanza para decidir cambiar de residencia y es por ello que los jóvenes de menos de 35 años son los que protagonizan la migración laboral en España. Concretamente, un 48,8% de los 511.600 trabajadores españoles que cambiaron de residencia en el último año tenían entre 16 y 34 años frente a un 5,3%, que tenía más de 55 años.

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