campo de daroca

Se cumplen 25 años del accidente de un helicóptero ruso en Daroca

Cinco de los tripulantes murieron en 1994 al emprender el viaje de regreso a su país tras luchar contra el fuego en la BRIF aragonesa.

Un momento de la ofrenda floral en el monolito que recuerda el accidente ocurrido hace 25 años.
Un momento de la ofrenda floral en el monolito que recuerda el accidente ocurrido hace 25 años.
Macipe

La mañana del 1 de octubre de 1994 el cielo de Daroca estaba tomado por la niebla y el helicóptero MI-8 del Ejército ruso tuvo que posponer su despegue. Sobre las 11.30 -y tras una intensa campaña de lucha contra el fuego desde la base de la recién creada Brif de Daroca- los nueve tripulantes iniciaban el viaje que les llevaría de regreso a Rusia. Pero la ruta se truncó nada más empezar y la aeronave acabó en el fondo de uno de los barrancos que rodean el pinar donde está enclavada la pista.

En el suceso sobrevivieron Alexei Slovnikov, Iván Kovai, Vladimir Opanassenko y Nina Lesnaia, perecieron Vladimir Kuprishkim, Iván Ivánov, Sergey Dontsov, Stanislav Pravednikov y la hispano-rusa Amparo García Huerta –una niña de la Guerra Civil-. A todos, se les rindió este martes, 25 años después, un homenaje en el monolito en piedra de Murero que les recuerda al filo del mismo barranco: depositaron dos ramos de flores y se guardó un minuto de silencio.

“Es un día triste, pero que une a los pueblos de Rusia y España, estamos muy agradecidos por el reconocimiento”, afirmó Dmitry Sokolov, ministro consejero de la embajada rusa. “Fueron unos servidores públicos y este homenaje llena de sentido su labor”, subrayó el jefe del Servicio de Seguridad de la DGA, Miguel Ángel Clavero. Por su parte, el alcalde de Daroca, Álvaro Blasco, recordó que “hicieron mella en la ciudad” y apuntó que “los niños estaban encantados porque alguna vez que venían les dejaban subir a los helicópteros o les daban insignias”.

El grupo que participó en el homenaje.
El grupo que participó en el homenaje.
Macipe

Al acto, además, asistieron integrantes de la actual Brif de Daroca y algunos de los que hace 25 años estaban esa misma mañana. “Bajamos al fondo del barranco y conseguimos retirar del aparato en llamas a Nina, la mujer que sobrevivió”, explica el forestal ya jubilado Cecilio Monterde. “Lo vi todo, desde la despedida hasta cómo fue cayendo”, indica Santiago Mingote, alcalde de Murero, que por entonces hacía la primera de sus dos campañas en la base darocense.

“Tuve una relación magnífica con todos. Aquel verano fue muy duro, con incendios en el Maestrazgo, las Altas Cinco Villas…”, detalla Mingote. Lo hace mientras en la palma de la mano acaricia una moneda de 100 rublos de 1993 y echa la vista atrás: “Las tiraban antes de despegar para que les trajeran suerte y volver al mismo sitio al año siguiente. Esta me la dio la Guardia Civil, que la encontró después del accidente”. Sin embargo, esa vez, la suerte les fue esquiva a cinco de aquellos nueve integrantes.

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