sucesos

"Hemos tenido a dos asesinos viviendo entre nosotros"

El registro de la nave de Pedrola finalizó a las 20.50 de este miércoles, momento en el que dos agentes sacaron al marroquí detenido.

La pareja detenida en Pedrola por el asesinato del informático vasco
La pareja detenida en Pedrola por el asesinato del informático vasco
Heraldo

Los vecinos de Pedrola no podían ocultar este miércoles su sorpresa por lo sucedido. "Hemos tenido a dos asesinos viviendo entre nosotros", decía uno de los curiosos que cruzó la N-232 y se acercó con su coche a ver qué estaba ocurriendo en el polígono La Ermita, ubicado a unos dos kilómetros del casco urbano. Son pocas las empresas allí instaladas, pero el dueño de uno de los negocios reconocía que se había cruzado en varias ocasiones con el marroquí detenido. "La verdad es que no hablamos mucho. Solo sabíamos que se dedicaba a lavar y limpiar coches", explicaba, mientras observaba de reojo los movimientos de la Guardia Civil en la última nave de la calle El Plátano.

Según algunos residentes, el presunto asesino, del que no se ha facilitado todavía ni la identidad ni la edad, parecía un joven "tranquilo". Sin embargo, la Guardia Civil era muy consciente de su peligrosidad, de ahí que ayer desplegara hasta 15 agentes de élite de la Unidad Especial de Intervención (UEI), llegados desde Valdemoro (Madrid), para asaltar la nave donde se ocultaban los sospechosos.

En el momento del asalto, el presunto asesino bajaba unas escaleras. Y aunque se temía una reacción violenta, parece que este no opuso resistencia. Tras el crimen, el marroquí se habría comportado con bastante naturalidad y había sido visto por los vecinos haciendo la compra. La mujer estaba más asustada y apenas salía de casa.

Enterrado a 5 km de la nave

Los investigadores están convencidos de los detenidos acabaron con la vida del informático vasco en la nave, hipótesis que avalaría la sangre encontrada este miércoles en las instalaciones y que ahora habrá de analizarse. Sin embargo, estos decidieron ocultar el cadáver a unos cinco kilómetros del polígono industrial La Ermita, en una zona de cultivos limítrofe con los términos municipales de Luceni y_Boquineñi. Según la pulsera GPS del detenido, este pasó allí al menos dos horas, pero no parece que enterrara a la víctima con mucho cuidado, ya que el cadáver fue desenterrado por las alimañas. Eso fue lo que permitió que un agricultor se topara después con él.

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