Aunque todavía no han empezado las fiestas de manera oficial, el barrio turiasonense de San Miguel lleva días con una intensa actividad gracias al inicio de su programación festiva en la que las citas taurinas son las protagonistas indiscutibles.

Como siempre, el público está respaldando de manera masiva las diferentes iniciativas. Así, por ejemplo, muchísima gente se acercó hasta San Miguel el domingo por la mañana para participar en la trashumancia y ser testigos de la entrada del ganado en el barrio. “Al no poderse echar bravo, eran ocho reses de trashumancia, con más de cuarenta caballistas. Las soltamos cerca del embalse de Santa Ana, y van viniendo hacia el pueblo poco a poco, ya que se hacen paradas”, explica el presidente de la Comisión de Festejos, Natalio Jiménez.

Después, tuvo lugar una de las novedades de este año, un encierro chiqui con reses de pequeño tamaño que hicieron las delicias de los más jóvenes aficionados. “Se trata de crear afición, porque a los chiquillos les gusta mucho”, asegura Jiménez.

El balance de estos primeros días es muy positivo, tanto por la respuesta del público como por la colaboración vecinal. “En San Miguel, para montar nos reunimos cerca de treinta personas cada día, lo que es una gran ventaja porque el barrio responde”, agradece el presidente de la Comisión de Festejos.

Este miércoles habrá un almuerzo por la mañana, siendo el chupinazo a las ocho de la tarde. Tras el arranque oficial de los festejos, se llevará a cabo la imposición del pañuelico al santo, la tradicional degustación de gambas y vino blanco y la actuación de la rondalla Los Amigos.

Las fiestas terminan el domingo, con un intenso fin de semana que incluye un encierro de toros, dos toros embolados, suelta de vaquillas viernes, sábado y domingo, y la tradicional comida de hermandad el último día de los festejos.

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