Bomberos pide que se inspeccionen las barcas y se exija chaleco salvavidas en la Bajada del Canal

Los responsables del servicio municipal de Salvamento y Protección Civil redactaron ayer una adenda a sus informes sobre la Bajada del Canal, en los que alertan de los riesgos de esta celebración que se viene haciendo desde hace 36 años. El nuevo documento señala una serie de «medidas mínimas» que deberían adoptarse por parte de la organización para que la Bajada transcurriera sin que los participantes asumieran graves riesgos. El Ayuntamiento trasladará estos requisitos a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que es quien finalmente tendrá que decidir si se celebra o no el próximo 15 de septiembre una actividad que tiene un perfil lúdico pero también reivindicativo.

Entre las nuevas medidas que especifica el Ayuntamiento figura la necesidad de remitir al Consistorio una relación completa de las embarcaciones y los participantes, en sintonía con la exigencia que, por primera vez este año, había impuesto la CHE a los organizadores: contar con un listado de participantes inscritos. Este trámite, que debe rellenarse ‘online’ hasta el 31 de agosto, no ha frenado a los participantes, y ya son casi un centenar las embarcaciones registradas.

Además, los servicios municipales también piden que se prohiba entrar al Canal a aquellas personas que no dispongan de un chaleco salvavidas homologado, y los Bomberos exigen que «se proceda a la inspección de las embarcaciones con carácter previo, negando la bajada a las que no reúnan las condiciones mínimas de seguridad».

Es habitual que en esta cita los participantes fabriquen sus propios ‘artilugios artesanales’ con garrafas, colchonetas hinchables o tubos de goma, y los informes advierten de que el tramo del Canal que recorren tienen un «alto grado de peligrosidad», con «obstáculos» que pueden causar «fatales consecuencias». Explican además que hay tajaderas, compuertas, lodo y objetos sumergidos potencialmente peligrosos en el caso de que una de estas barcas tenga problemas de flotabilidad.

«Todos queremos que la Bajada del Canal se celebre, pero también que se lleve a cabo con unas medidas de seguridad mínimas», afirmaba ayer Alfonso Mendoza, concejal delegado de Bomberos. «Lo que no pueden hacer los servicios municipales es mirar hacia otro lado. Los informes venían advirtiendo de los riesgos año tras año y nadie se había decidido a poner esta cuestión sobre la mesa», explicaba el edil popular, que cree que las nuevas medidas que se exigen son «sensatas» y no tienen por qué impedir la convocatoria. «Queremos que siga funcionando y que sea compatible la actividad lúdica con la seguridad», resumía.

Como requisito, también se solicita que cada embarcación designe a un responsable de la misma y que se impida la entrada al agua de barcas ocupadas únicamente con menores. Se solicita también a los organizadores que dispongan de un cuerpo de voluntarios (unas veinte personas), «identificados e identificables, que colaboren en el correcto desarrollo de la actividad, así como en la vigilancia del cumplimiento de las normas». La Policía Local y los Bomberos tendrán que tener el listado de estos voluntarios, que también deberán impedir que «cualquier persona cuyo estado físico o psíquico suponga un riesgo para su propia seguridad» se aventure en entrar al agua del Canal.

En los informes originales del servicio de Bomberos y Protección Civil –a los que se ha hecho caso omiso en los últimos años– también se advierte de que las aguas del Canal tienen muy poca visibilidad y que en el tramo urbano de la Bajada no hay «lugares de acceso y salida para utilizarlos como escapatoria». Además, la embarcación del servicio de Bomberos ha causado en ediciones anteriores «serios problemas de flotabilidad» en algunas de las barcas artesanales de los participantes, que «se agravarían en el caso de tener que realizar una maniobra rápida de rescate».