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Remo, paddle surf o kayak... Algunas formas de disfrutar del Ebro

En Zaragoza existen varios clubes y empresas que organizan cursos y actividades en grupo de piragua o kayak. Para navegar por libre es preciso firmar una declaración de responsabilidad y presentarla en las oficinas de la CHE.

Descenso fluvial de Ebronautas con escolares en piragua en junio en Zaragoza.
Descenso fluvial de Ebronautas con escolares en piragua en Zaragoza.
Ebronautas

El verano es la época perfecta para llevar a cabo planes o actividades que no hemos podido desarrollar el resto del año, y qué mejor manera de hacerlo que en el medio más ligado a la temporada estival: el agua. Las opciones son numerosas y, aunque las playas se perfilan como uno de los destinos predilectos de los veraneantes, no hace falta recorrer tantos kilómetros para pasar una divertida jornada acuática.

En Zaragoza, el entorno del río Ebro ofrece diversas posibilidades, tanto para quienes cuentan con su propia embarcación como para aquellos que deciden iniciarse a través de actividades organizadas en grupo. Eso sí, los que vayan por libre deben recordar que en el primer tramo del Eje del Ebro (desde su nacimiento en Cantabria, aguas abajo del Embalse del Ebro, hasta Escatrón) solo está permitido navegar a remo; el motor y la vela se reservan a ciertos embalses.

Pero, ¿qué hay que hacer para navegar por el Ebro? En la capital aragonesa existen varios clubes que organizan cursos y actividades en grupo de piragua o kayak por el Ebro, entre ellos el Centro Natación Helios, el Club Monkayak-Hiberus o el Club Náutico de Zaragoza. Este último incluso oferta excursiones en una modalidad todavía poco conocida pero en auge, el paddle surf, que consiste en desplazarse por el agua de pie sobre una especie de tabla de surf con la ayuda de una pala o remo.

Los Ebronautas, un grupo de “enamorados de los ríos” que montaron su empresa en 2005, también realizan excursiones en piragua, kayak o balsa, aunque con un ingrediente añadido, pues combinan la faceta deportiva con la divulgación ambiental. “Nuestras actividades vienen bien no solo para aprender a ir en piragua, sino también para cambiar la mirada hacia el río, para conocerlo mejor. Estar en piragua dentro del río es la mejor manera de descubrirlo. El río es la mejor aula para hablar sobre el río, y la mejor forma de vincular a la gente con su medio fluvial y que le cojan cariño”, señala Néstor Jiménez, educador ambiental miembro de Ebronautas.

Entre las actividades que ofrecen, destaca la ‘Conquista fluvial de Zaragoza’, una excursión en piragua o balsa neumática, de unas tres horas y media de duración, que recorre el entorno desde el embarcadero del puente de la A-2 hasta Vadorrey, pasando por “la sorprendente naturaleza del Soto de Ranillas”. Para los más nocturnos, los Ebronautas también organizan salidas por la tarde-noche para contemplar desde el agua el atardecer y el reflejo de la basílica del Pilar iluminada. Los sotos y galachos del Ebro, los escarpes del Castellar o los descensos ornitológicos son otras de las excursiones posibles en un entorno único.

“El tramo del Ebro es apto para todos los públicos y con unos atractivos paisajísticos y culturales muy singulares -afirma Néstor Jiménez-, pero aún queda mucho para que la gente de Zaragoza y de los pueblos ribereños tenga más presente al río como un espacio recreativo de primer orden. Me gustaría que hubiese un impulso desde las instituciones para que la sociedad zaragozana conozca que el río ha mejorado muy significativamente su calidad de aguas y ahora hay una oportunidad tremenda para volver a disfrutarlo como se había hecho siempre. Zaragoza puede presentarse como un destino para el turismo fluvial de primer orden”.

Navegar por libre

Para los que cuenten con una embarcación propia y prefieran navegar por libre, el primer paso es cumplimentar un formulario denominado 'declaración responsable', que puede descargarse de la página web de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y que ha de presentarse en sus oficinas de registro con un periodo mínimo de 15 días hábiles antes de iniciar la actividad. El trámite es gratuito.

En este documento se deben incluir los datos del declarante y de la embarcación (tipo, material, medidas o número máximo de ocupantes, entre otros), así como el lugar de navegación (nombre de embalses o ríos por los que se quiera navegar), el plazo declarado (de 1 a 5 años), el tipo de actividad, el tipo de usuario (particular o empresarial) y una serie de declaraciones que el solicitante se compromete a cumplir.

Quienes prefieran ampliar su actividad más allá del primer tramo del Eje del Ebro deben tener en cuenta la tipología del tramo o del embalse, pues en algunos la navegación está limitada por estar protegidos o por haberse detectado en ellos la presencia de mejillón cebra o de otras especies exóticas invasoras, como el caracol manzana.

El Embalse del Ebro, por ejemplo, está clasificado como 'P' (protegido), por lo que la navegación en él está confinada, es decir, que si se presenta una declaración responsable seleccionando este lugar, solo se podrá navegar en este embalse y quedará prohibido el uso de esa embarcación en cualquier otra masa de agua de la cuenca del Ebro. Lo mismo ocurre con el sistema de embalses Mequinenza-Ribarroja-Flix, clasificados como 'C' (con presencia de especies invasoras), aunque en este caso, se puede pedir una declaración conjunta para poder navegar en los tres, sea a remo, motor o vela.

En el segundo tramo del Eje del Ebro (desde aguas abajo de Flix hasta Tortosa), la navegación también está confinada, principalmente por la presencia de caracol manzana. Para conocer la tipología del resto de embalses de la cuenca del Ebro, se debe acudir al Anexo 2 de las instrucciones facilitadas por la CHE para completar la declaración. Del mismo modo, todas las embarcaciones deben cumplir con los protocolos de desinfección marcados por la CHE para evitar la propagación de estas especies invasoras.

En la actualidad, la CHE tiene autorizadas 1.546 declaraciones responsables en el primer tramo del río Ebro (desde Arroyo, Cantabria, hasta el azud de Escatrón), 248 en el segundo (desde la descarga de la central eléctrica de Flix hasta el puente del Estado, en Tortosa), 122 en el Embalse del Ebro (Cantabria-Burgos) y 3.934 en los embalses de Mequinenza, Ribarroja y Flix.

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