Barrios de zaragoza

"La Sedetania es un parque muy bonito, pero deja mucho que desear”

La tala de árboles, la falta de sombras y papeleras y las pintadas son las principales quejas de la Asociación de Vecinos de La Bombarda, que también denuncia que no hay bancos suficientes junto a una de las dos zonas infantiles.

Con sus más de 45.000 metros cuadrados, el Parque de La Sedetania es uno de los grandes espacios verdes del zaragozano barrio de La Bombarda. Son muchos quienes aprovechan las mañanas de verano para pasear por él antes de que el calor apriete y quienes acuden con sus hijos o sus nietos en busca de la diversión de los columpios. Sin embargo, a pesar de ser un parque frecuentado y construido hace apenas dos décadas, su estado de conservación ha suscitado algunas quejas entre colectivos vecinales y residentes de la zona. La tala de árboles, la ausencia de civismo de algunos ciudadanos y la falta de papeleras son las principales críticas sobre este pulmón verde.

“A lo largo de estos veinte años, muchos árboles se han ido poniendo enfermos y los han tenido que quitar”, lamenta Rosa María Díaz, de la Asociación de Vecinos Bombarda-Monsalud. El problema, según la portavoz de la entidad, es que los árboles eliminados nunca han sido repuestos y que los únicos recuerdos que quedan de ellos son sus tocones. “Hemos perdido, al menos, una veintena de ejemplares, y necesitamos sombra porque aquí acuden muchos niños pequeños y ancianos”, apuntan desde la asociación.

La ausencia de sombras para protegerse del sol se hace patente en la zona infantil de cero a tres años que el parque alberga junto a la calle Miguel Labordeta, aunque no es lo único que falta cerca de estos columpios. “De nueve bancos que había, ahora solo hay seis, y no hay suficiente sitio para todos”, señala Díaz, que frecuenta este arenero con su nieto. Y es que según ella, durante el curso escolar pueden llegar a juntarse en esta zona una veintena de niños, más sus padres, abuelos y cuidadores.

Otra de las quejas de la asociación y los usuarios, es el insuficiente número de papeleras con las que cuenta el parque. A las que faltan o están rotas hay que sumar las que están llenas a rebosar, lo que genera escenas poco agradables para los vecinos. “Es verdad que hay mucho vandalismo y que la gente es muy incívica, pero yo llevo en Zaragoza desde noviembre y hay una papelera que falta desde entonces, no se cuánto más llevará así”, comenta Conchi Molina, una vecina que acude al parque con su perro. “El que tiene voluntad de tirar la basura en la papelera, o no puede, o tiene que dejarla amontonada y se cae por el viento”, señala.

El problema, según el colectivo vecinal, es que las papeleras solo se vacían un par de veces a la semana y muchas veces no dan abasto. “No hay suficientes y en la zona infantil hay muchos niños que llevan pañales. ¿Qué tenemos que hacer? ¿Llevárnoslos a casa para no dejarlos en el parque? Yo he tenido que hacerlo alguna vez”, apunta Díaz.

Senderos encharcados y paredes llenas de pintadas

Al contrario de lo que sí ocurre en otros parques de la ciudad, la asociación considera que el césped y las zonas de pradera de La Sedetania están en buen estado. El riego funciona correctamente, aunque algunos aspersores llenan de agua los senderos y hacen que resulte complicado caminar por ellos. “Podrían ponerlos antes, porque no están bien orientados y se encharca todo”, comenta Díaz. No obstante, el colectivo asegura que la situación actual de los jardines nada tiene que ver con la de hace un par de años, cuando el fallo en una bomba de riego los dejó sin agua durante cerca de dos meses. Algo parecido sucedió a mediados de julio en el Parque de Oriente debido a la rotura de una bomba, aunque el Ayuntamiento de Zaragoza solucionó el problema hace un par de semanas.

En cuanto a los muros que delimitan el parque por Vía Hispanidad, la entidad vecinal lamenta que estén llenos de pintadas, aunque señalan que hay muchas otras zonas del barrio en las que se hacen grafitis. “En el polideportivo CD Delicias también hay. Lo limpian y a las 24 horas ya está pintado otra vez”, ponen como ejemplo. No obstante, ya hay quienes barajan posibles soluciones para acabar con estas antiestéticas firmas y piden al consistorio que tome nota de sus propuestas. “Ya que estos muros están hechos así, creo que habría que contratar a un buen grafitero para que los pintara en condiciones. No creo que quienes los vandalizan tuvieran narices a tapar y manchar lo que ha hecho un grafitero profesional”, explica Molina, que reconoce que La Sedetania es un parque “muy bonito, pero deja mucho que desear”.

Una batalla ganada

Aunque todavía quedan muchas cosas por hacer para mejorar el barrio de La Bombarda, la asociación de vecinos celebró hace unos meses el cumplimiento de una de sus grandes reivindicaciones: la eliminación de los andadores de madera del centro de salud Bombarda-Monsalud. Tanto residentes como personal del centro habían solicitado en reiteradas ocasiones una actuación en el entorno del ambulatorio tras varias caídas por el mal estado de los listones. Ahora, en lugar de la pasarela de madera, los usuarios acceden al centro de salud por una acera pavimentada. “Nos costó lo nuestro. Queríamos que también nos pusieran aparatos de gimnasio al aire libre para mayores y no los han instalado, pero estamos muy contentos”, apunta Díaz.

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