tribunales en zaragoza

Solo uno de los 56 condenados por estafar 1,8 millones a los seguros irá a prisión

La Audiencia de Zaragoza les impone un total de 73 años de cárcel, pero las penas individuales no superan los dos años y no cumplirán. El único que entrará en Zuera es el cerebro de la trama, Eduardo Pérez Caro.

Los acusados y sus abogados, este lunes en la Ciudad de la Justicia.
Los acusados y sus abogados, el día que se celebró el juicio  lunes en la Ciudad de la Justicia.
José Miguel Marco

La Audiencia de Zaragoza acaba de condenar a penas que suman 73 años de prisión y 535.640 euros en multas a 57 de los acusados por la trama de los seguros por estafar más de 1,8 millones de euros a cuatro compañías falseando los datos de decenas de partes de siniestros. Gracias a los acuerdos alcanzados antes del juicio con la Fiscalía, solo el cerebro del fraude, Eduardo Pérez Caro, al que imponen cuatro años y medio de cárcel, entrará en el centro penitenciario de Zuera.Otros 53 condenados abonaron las cantidades que se les reclamaban en concepto de indemnización y lograron que les rebajaran las penas por debajo de los dos años, por lo que no tendrán que cumplirlas.

Solo tres de los acusados se negaron a reconocer su culpabilidad y cerrar un acuerdo con el ministerio público, por lo que eran los únicos que se enfrentaban al juicio sin saber si serían condenados o no.Finalmente, los magistrados de la Sección Tercera solo han absuelto a Concepción S. S., exmujer del cerebro de la trama y para la que la Fiscalía solicitaba una condena de siete años y ocho meses de prisión. Al haber admitido previamente su culpa, Eduardo López Caro únicamente declaró en el juicio para tratar de exonerar a esta acusada.

En su descargo, ella dijo que mientras vivió con su entonces marido «jamás» pisó un banco y que era él quien se ocupaba de todo lo relacionado con las cuentas. Contó que ella compraba con una visa y la tarjeta del Corte Inglés y ya no necesitaba más. En relación a la decena de siniestros que supuestamente habían ocurrido en su casa o en la de sus padres, dijo que no sabía nada. «Esos siniestros nunca se produjeron y yo no he tenido ningún beneficio», declaró.

Pérez Caro: «Se me puede tachar de asqueroso, pero ella no tiene ninguna culpa ni sabía nada»

Eduardo Pérez corroboró todo lo dicho por Concepción S. y explicó que tenía engañadas tanto a ella como a la compañía para la que trabajaba. «Me avergüenzo de lo que hice», dijo casi llorando. «Se me puede tachar de asqueroso –añadió–, pero ella no tiene ninguna culpa ni sabía nada». Explicó que él iba al banco como si fuera su casa, desde allí hacía llamadas y si tenía que «echar un garabato» como si fuera la firma de su mujer, lo hacía. También giró partes por siniestros falsos en casa de los padres de su ex, lo que llegó a conocer el suegro (uno de los tres acusados que fallecieron antes del juicio) pero no así la suegra.

Parientes o conocidos

Los condenados son parientes o conocidos entre sí y se pusieron de acuerdo para suscribir pólizas con el único fin de defraudar a las compañías. En concreto, a Axa, Plus Ultra, Reale Seguros y Catalana Occidente. Los 54 encausados que pactaron con la Fiscalía confesaron haber actuado de forma conjunta, por lo que han sido también condenados por un delito de agrupación criminal. A quienes no ha apreciado este delito el tribunal es a los dos acusados que se negaron a pactar, a los que sí condena por estafa y falsedad.

En total, se presentaron 157 partes falsos a las compañías aseguradoras, la inmensa mayoría por Pérez Caro quien, a cambio, se llevaba una parte del dinero. Según el cálculo de la Fiscalía, entre 2006 y 2012, este hizo pagos en efectivo con dinero procedente de las estafas por importe de 342.753 euros. Para blanquear capital, también ingresó dinero en su empresa Eduardo Pérez Caro S. L.

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