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Dos máquinas sulfatadoras controlarán la plaga de mosca negra en Zaragoza

Las máquinas, con las que se pretende conseguir la extinción de las larvas de estos insectos, permiten acometer el tratamiento con un biocida ecológico que no afecta a la flora ni a la fauna del Ebro.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha incorporado dos máquinas sulfatadoras para controlar en las orillas del río Ebro la plaga de mosca negra y mosquito y así conseguir la extinción de sus larvas.

La consejera municipal Servicios Públicos, Natalia Chueca, ha comprobado esta mañana el funcionamiento de las máquinas que ayudan a combatir esta plaga de manera más eficaz y que permiten acometer el tratamiento con un biocida ecológico que no afecta a la flora ni a la fauna.

"Es el mismo producto que se utiliza en toda Europa porque es ecológico y es el único que extingue totalmente la larva de mosca negra", ha explicado Chueca.

Estas máquinas, según la concejala, permitirán "ir optimizando" el trabajo hasta conseguir ser "más autónomos" en esta lucha que afecta de manera directa a la ciudadanía por tener como consecuencia picaduras "bastante incómodas y dolorosas".

Con estos equipos, los técnicos del Instituto municipal de Salud Pública no tendrán que introducirse en el río para realizar este trabajo que ya se lleva a cabo en el barrio de Juslibol, la zona Expo y el puente de Piedra y a los que próximamente se sumará La Cartuja.

Para este procedimiento, el técnico del instituto de Salud Pública Emilio Martínez ha especificado que van a utilizar sesenta litros de biocida que, aunque varían y dependen del tiempo de su aplicación, también cuentan con la valoración de la distancia de efectividad que tiene el producto a lo largo del río.

Aunque el tratamiento empieza este martes con la incorporación de las máquinas, desde el mes de mayo este organismo realiza muestreos en el Ebro y el Gállego cada 15 días.

El objetivo es hacer frente a la mosca negra, que este verano ha repuntado como consecuencia del poco caudal del río por las escasas lluvias y la presencia de gran cantidad de algas fluviales.

Según los últimos datos del boletín epidemiológico del Gobierno de Aragón, los servicios sanitarios de la comunidad han atendido 6.339 casos de picaduras de mosca negra o mosquito, un 21,6% más que el año pasado en las mismas fechas (5.212) pero inferior al 2017 que contaba con 11.512 atenciones.

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