Los sufridos usuarios del transporte público zaragozano tendrán que tener –incluso– un poquito más de paciencia a partir del próximo lunes. El día 1 comienzan los recortes estivales del servicio, que amenazan con empeorar las frecuencias y obligar a esperar más tiempo en las paradas.

Aunque desde la concesionaria explican que la oferta del servicio cae menos que la demanda, los usuarios lamentan que siempre son los paganos de estos ajustes, que –sobre todo– perjudican a los barrios del este (Las Fuentes y San José), así como a Las Delicias, Oliver y Torrero. Las líneas más afectadas por los recortes estivales son la 32 (cuyo servicio se reduce en casi un tercio de lo habitual), la 53, la 41 y la 34. También se lleva un buen tajo en los días laborales la línea 23, que es esencial para Torrero y que se dotará de buses articulados para tratar de absorber toda la demanda (transporta unos 14.000 usuarios al día).

Aproximadamente un 20% de la flota se quedará en las cocheras de Avanza a partir del lunes y, según los sindicatos, las líneas más utilizadas (véase la 22, 23, 24, 29, 32, 33, 35, 38 o las circulares) son las que más sufren esta reducción. «No tiene sentido que los autobuses lanzadera del tranvía sigan con la misma frecuencia que en invierno», explican en el Sindicato Aragonés de Trabajadores del Transporte (Sattra), donde indican que estas lanzaderas circulan a velocidades superiores a los 20 kilómetros por hora, cuando el resto de líneas no supera los 14. Denuncian que esto es un «negocio redondo» para la concesionaria ya que, al cobrar por kilómetro recorrido, «les permite facturar lo mismo al Ayuntamiento con una reducción brutal del servicio».

Festivos de espera

La sección sindical del CUT, por su parte, pone el acento en que los sábados y festivos el tijeretazo a las principales líneas de la ciudad llega al 36%. «En sábado las líneas más recortadas son la 23 (con casi un 40% de recorte servicio), la 22 (con un 39%) y la 33 (un 31%) –explican–. De 199 autobuses que deberían recorrer las calles solo saldrán 152», añaden. En los días festivos, cuando la línea más perjudicada es la 24 (justo la más demandada), recorrerán las calles 129 vehículos en lugar de los 157 autobuses habituales.

Los trabajadores hacen un llamamiento a las asociaciones de vecinos y de consumidores para que luchen contra los recortes que suponen más tiempo de espera en las paradas. En principio, un bus con una frecuencia de 6 minutos ahora tardaría unos 8 en llegar a la marquesina, pero los usuarios también señalan que en verano aumentan las averías y que las cadencias de paso son poco fiables.

Un gesto para empezar

Representantes del sindicato Sattra ya han pedido a la nueva responsable de Movilidad, Natalia Chueca, y al alcalde, Jorge Azcón, que mejoren las frecuencias de los buses este mismo verano como gesto de un «buen comienzo». «Si los mantienen, continuaremos con la etapa de Artigas y Cubero dando un servicio lamentable de bus para justificar otra línea de tranvía», opinan.

Tradicionalmente el Ayuntamiento ha respaldado estos recortes estivales argumentando que se trata de una medida de ahorro porque la demanda del bus baja en verano: cifran la caída de usuarios por el éxodo vacacional en un 40% mientras que el servicio se recorta un 20%. Además, Avanza asegura que hay novedades este año respecto al anterior como que las líneas 21, 23 y Circular 1 no se reducirán tanto en días laborables hasta el 15 de julio o que las líneas 52 y 60 llevarán nuevos horarios de verano revisados de lunes a viernes laborables.