embalse de mequinenza

Identificados por la ficha dental los dos alemanes ahogados en Mequinenza

El Juzgado de Caspe puede autorizar ya el traslado de los cadáveres a su país a través del consulado de Alemania.

Rescate del cuerpo de uno de los fallecidos por parte de los especialistas de la Guardia Civil.
Rescate del cuerpo de uno de los fallecidos por parte de los especialistas de la Guardia Civil.
Mª Carmen Ribó

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) concluyeron este jueves la identificación por su ficha dental de los dos alemanes que se ahogaron en el pantano de Mequinenza el pasado 31 de mayo al caer al agua tras una colisión entre dos embarcaciones. Así, el juzgado de Caspe ya puede permitir a sus familias que los trasladen a su país a través de una funeraria y con la colaboración del consulado de Alemania en Zaragoza, según fuentes jurídicas. La Guardia Civil también tomó muestras de los restos de los dos pescadores germanos para realizar pruebas de ADN en su laboratorio, pero estos resultados todavía no se conocen.

Según fuentes jurídicas, en los carnés de identidad y pasaportes de los alemanes no aparecen huellas dactilares, de ahí que hubiera que solicitar la colaboración de un odontólogo del Servicio Aragonés de la Salud (Salud) para llevar a cabo la identificación de los cadáveres. La prueba ante mortem de las huellas para corroborarlas, que es el método habitual de trabajo en el IMLA, era imposible de practicar en este caso.

A través de Interpol

Fuentes próximas al caso señalaron que la Guardia Civil tuvo que solicitar a Alemania a través de Interpol las fichas dentales de los dos pescadores para poder compararlas con los análisis de los cadáveres. La tardanza en que llegaran esas pruebas desde Alemania por motivos burocráticos ha dilatado la identificación definitiva, que al fin se ha dado por concluida, tres semanas después del hallazgo de los cuerpos de los pescadores en el fondo del pantano de Mequinenza.

El rescate de los fallecidos por los buceadores de la Guardia Civil se produjo el pasado 3 de junio. Se tardó varios días en dar con los ocupantes de la barca siniestrada, ya que la escasa visibilidad del agua complicó mucho el trabajo de los especialistas de la Benemérita.

Dos guías de pescadores del embalse de Mequinenza ayudaron con su sonar a los buceadores del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil. Esta ayuda fue clave para localizar los cuerpos de los dos alemanes desaparecidos.

El hecho de que los dos pescadores estuvieran tres días en el fondo del embalse de Mequinenza pudo perjudicar el estado de los cadáveres y sus huellas dactilares. Aunque la Guardia Civil tenía acreditada la identidad de los pescadores alemanes por su documentación (dos ciudadanos de 54 y 55 años, cuyas siglas son C. J. W. B. y J. E. H.), los forenses del IMLA tenían que realizar una prueba médica irrefutable.

Hace tres meses, la Dirección General de Justicia del Gobierno de Aragón adscribió un odontólogo al IMLA para que colabore dos días a la semana, pero en función de la necesidad podría crearse un puesto en la plantilla.

En el primer examen sobre los dos turistas germanos se apreció que la causa de la muerte fue por ahogamiento, pero presentaban traumatismos, por el impacto tan fuerte que sufrieron en la colisión con la otra embarcación. La barca en la que viajaban los fallecidos quedó totalmente quebrada. La otra, en la que iban dos eslovacos y una checa, aguantó más.

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