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Jaimas y mucho teatro, los pasaportes de Calatayud para volver a la vida en el medievo

Las Alfonsadas alcanzan su XIV edición reuniendo a centenares de personas en el casco histórico.

Centenares de personas volvieron ayer a recorrer las calles del centro histórico de Calatayud para empaparse de la vida en el año 1120. Los estandartes, los cerca de cien puestos del mercadillo medieval, las 38 jaimas repartidas por diferentes enclaves y las escenas teatrales son los mimbres que componen las Alfonsadas, que hasta última hora de hoy celebran su XIV edición. Según la organización, la Asociación Alfonso I, durante el fin de semana cerca de 3.000 personas dan vida a la recreación de la toma de la ciudad en 1120 por el Batallador.

"Las representaciones tienen un papel fundamental", sintetizó Antonio Bueno, director de parte de las actuaciones. "Si no fuera por ellas, las Alfonsadas serían un mercado medieval más, y sin embargo, lo que conseguimos es que la gente se interese y se perciba la integración cultural de aquel momento", remarcó.

En este punto coincidió Carlos Polite, de la jaima Mesnada de Castán de Biel. "Hemos intentado reconstruir cómo era el nombramiento de un caballero, pero no solo a lo largo de un siglo, sino teniendo en cuenta que había diferentes fórmulas según el lugar", explicó.

Mientras, por las calles, las jaimas son las encargadas de poner el ambiente. Como es el caso de los Almorávides del Emir de Tariq. "Salimos en los desfiles, participamos en las obras de teatro y damos animación en la calle", apuntaron Antonio Gil y Juan Carlos Mateo, dos de sus miembros. "Durante el fin de semana nos juntaremos entre 16 y 20, contando a los niños, y comemos y pasamos estos días aquí", detallaron desde su tienda montada en la plaza de España. En la misma plaza, Belén Colmenarejo, responsable de uno de los puestos del mercado, reconocía que por allí ya había pasado "bastante gente" y esperaba que el fin de semana "vaya también bien".

Diferentes procedencias

Pero además de bilbilitanos, la cita también reúne a visitantes de otras ciudades, como es el caso de algunos miembros de la Asociación Medieval Seguntina de Sigüenza. "Vienen a las nuestras y es justo corresponder, entre las asociaciones nos conocemos y nos apoyamos", explicaba Manolo Sevilla, al tiempo que visitaba la jaima de la Asociación Recreacionista Calatayud Medieval.

"Llevo viniendo desde hace 14 años, cuando nacieron las Alfonsadas, y lo más importante para mí son los amigos, que no tenía y he hecho. Y como dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, en eso soy rico", explicaba el responsable de la entidad seguntina.

Hoy, las Alfonsadas encaran su recta final con un sinfín de actividades para todas las edades y gustos: desde talleres de forja, de pintura de henna o vestimentas. También habrá pasacalles, exhibiciones y las últimas representaciones teatrales en la plaza del Olivo. Tras ellas, la ciudad bilbilitana volverá a la época actual, pero con la sensación de haber vivido en 1120.

LA CIFRA

3.000

Personas forman parte de la recreación de la conquista de Calatayud en 1120 por Alfonso I El Batallador.

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