Ayuntamiento de Zaragoza

El PP restringe la participación de Vox en el gobierno a los distritos por el veto de Cs

Azcón y Fernández ultiman la nueva estructura, que se cerrará a lo largo de la semana. La vicealcaldesa asume la atracción de inversiones y Víctor Serrano irá a Urbanismo.

Sara Fernández y Jorge Azcón, ayer después del traspaso de poderes de Santisteve.
Sara Fernández y Jorge Azcón, este lunes después del traspaso de poderes de Santisteve.
Oliver Duch

De momento, no hay margen para que Vox entre al gobierno local, ni con un Área ni con una delegación. Ante la negativa de Cs a aceptar la más mínima responsabilidad de gobierno para la extrema derecha que permita establecer un trato diferencial respecto al del resto de grupos de la oposición, su papel se restringirá por ahora a las juntas de distrito (dos, en concreto), que también asumirán el resto de partidos, como es tradición en el Ayuntamiento de Zaragoza.

"El gobierno local va a ser conformado por Cs y el PP y no va a haber ningún otro partido", afirmó el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, tras formalizar el traspaso de poderes con su antecesor, Pedro Santisteve, y antes de mantener una reunión de trabajo con la futura vicealcaldesa, Sara Fernández. "Vamos a intentar explicárselo de la mejor forma posible", dijo en referencia a Vox.

Pero el nuevo regidor dijo que esta es la situación actual y no descartó que en el futuro pueda cambiar. Fue ambiguo para no tensar su relación con Vox (en Madrid se han roto las negociaciones con los populares), cuyos votos son decisivos y que exige entrar al gobierno. Un escenario sería la concesión de alguna delegación en áreas del PP. Esta opción está vetada por Cs. "Hay otros muchos ayuntamientos en los que los partidos de la oposición tienen delegaciones de gobierno. Pero las decisiones que tomamos hoy son las que hemos contado", recordó.

Ante los problemas que pueda generar Vox en la estabilidad por la negativa a darles delegaciones, Azcón señaló que "las juntas de distrito forman parte del gobierno". Reivindicó el papel del pleno como órgano de gobierno, así como el de la oposición en las decisiones que se toman en las sociedades. "Vamos a intentar que el diálogo sea el instrumento", declaró el alcalde, que también confirmó que una de sus primeras decisiones será poner en marcha una auditoría económica y de gestión.

Mientras se cerraba el paso a Vox para salvaguardar el pacto con la formación naranja, el PP y Cs siguieron con el trabajo de configuración del nuevo gobierno. Azcón no adelantó nada, dado que quiere "ofrecer a la ciudad un gobierno global que dé respuestas globales". Pero la previsión que maneja el gobierno es tenerlo todo cerrado esta semana. El PP controlaría Hacienda, Personal, Servicios Públicos, Movilidad y Asuntos Sociales, mientras que Cs asumiría Cultura, Turismo, Economía y Empleo o Participación.

Urbanismo e Infraestructuras se desdoblarían y fuentes consultadas apuntan que Cs asumiría la primera, con Víctor Serrano al frente, y el PP la segunda, que incluiría Vivienda o Ecociudad. Habrá ediles del PP en áreas de Cs, como por ejemplo en barrios rurales o en comercio, y al revés (Cs tendría Deportes, con Cristina García como posible responsable, o Igualdad). Salvo sorpresas, de la vicealcaldía, que ostentará Sara Fernández, dependería Cultura y la oficina de atracción de inversiones. Carmen Herrarte, de Cs, se encargaría de Empleo.

Cs recupera a Casañal

A la espera de la nueva estructura, ya están listos los primeros nombramientos de los asesores de Alcaldía. Son provisionales para esta fase transitoria a la espera de los definitivos, que llegarán con la nueva estructura. Los exconcejales Octavio López, que será jefe de gabinete de Azcón, y Pedro Navarro, que tendrá un papel de coordinador de áreas, son los del PP. En Cs, Sara Fernández opta por el edil de la pasada corporación, Alberto Casañal, y por la coordinadora de Acción Institucional de Cs Zaragoza, Trinidad Arias.

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