zaragoza

Salseo medieval en la plaza del Pilar

El mercado de las tres culturas levantó ayer el telón con el objetivo de recibir a unos 200.000 visitantes el fin de semana. Hoy habrá ‘shows’ de faunos, juglares y faquires.

La plaza del Pilar será hoy un hervidero de actividad. Habrá mucho lance de honor dentro del Ayuntamiento (a las 12.00 se constituye la nueva corporación y los ánimos ya están crispados), pero también fuera, en la plaza, donde se han programado decenas de espectáculos del mercado medieval que ayer abrió sus puertas. Los organizadores explican que son unas 200 actividades las programadas durante todo el fin de semana y que el objetivo es reunir a unos 200.000 visitantes. Los reclamos son los ya conocidos (hay muy pocas novedades este 2019) y entre ellos figuran 160 puestos de artesanía, media docena de tabernas y una treintena de compañías aragonesas que se encargan de dar color a la muestra. Entre acróbatas, magos con pócimas extrañas y bailarinas de danza del vientre transcurrió la mañana inaugural por la plaza del Pilar, la trasera de la Lonja, San Bruno y el arco del Deán. El viaje en el túnel del tiempo alcanza también el puente de Piedra –ojo, que está cortado y no pasan buses– y el balcón de San Lázaro, donde se han instalado jaimas y puestos de artesanía.

Si ayer ya se pudo ver a seres que parecían salidos de ‘Juego de tronos’, hoy repetirán sus farsas los ‘hombres ignífugos’ y los más pequeños podrán jugar con catapultas de globos de agua (batalla infantil, a las 13.00, junto al caballito de la Lonja). También pensados para los infantes son los ‘cuentacuentos de sortilegios’ o los muchos talleres que muestran cómo se trabajaba antaño el vidrio, la carpintería o la alfarería mudéjar.

Una de las citas más destacadas de hoy es el espectáculo de lucha escénica que tendrá tres pases: a las 13.00, las 20.00 y las 22.00. En todos los casos se verán garrotazos, cotas de malla y un poquito de fabulación medieval en las representaciones pues –incluso– se cuenta que llegan unos terribles orcos oriundos de un oscuro bosque para atemorizar a los aldeanos. Para ver más cómodamente este ‘show’, a cargo de la compañía Lobos Negros, se ha instalado un pequeño graderío en la zona del Ayuntamiento.

Todos estos atractivos se ven reforzados con visitas guiadas a la judería y a la morería (previa recogida de invitaciones) y con una ruta de tapas medievales, que se extiende por todo el Casco (incluido San Pablo, la Magdalena y la zona de Altabás) para poder degustar morteruelo, almodrote o tabulé.

Asimismo, en el Alma Mater Museum (el palacio arzobispal, que queda en la plaza de la Seo) se organizan visitas temáticas (al precio de 3 euros) para dar a conocer el palacio que servía de residencia a los Reyes Católicos cuando venían a Zaragoza. En la parte más antigua de estas nobles estancias se relatan capítulos y anécdotas que trasladan directamente a la Edad Media.

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