fraude

Las 40 empleadas de Linceci, en un limbo legal y sin cobrar la nómina

Su tarea consistía en publicitar los fines solidarios que aparentemente perseguían tanto la asociación Linceci contra el cáncer infantil como la de Bomberos Unidos Sin Fronteras.

Las teleoperadoras que trabajaban para los investigados se encontraron este lunes las oficinas de la calle de Karl Marx cerradas.
Las teleoperadoras que trabajaban para los investigados se encontraron este lunes las oficinas de la calle de Karl Marx cerradas.
Guillermo Mestre

Los responsables policiales que han desmantelado la trama financiera urdida para captar fondos con el falso pretexto de destinarlos a la lucha contra el cáncer infantil o a ayudar a damnificados de catástrofes naturales han desvinculado de la red a las telefonistas contratadas para captar los fondos.

Tanto el inspector jefe de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco), Alberto Larripa, como el jefe del Grupo de Blanqueo de Capitales y delitos Fiscales, explicaron este lunes que las teleoperadoras (mujeres en su mayoría) del ‘call center’ situado en el número 2 de la calle de Karl Marx de Zaragoza trabajaban totalmente convencidas de que el dinero que recaudaban iba destinado a los fines solidarios. Es más, sienten que han sido "engañadas" y "utilizadas" para inducir al engaño a gente de buena fe que sentía que estaba ayudando a niños desfavorecidos, tal y como explicaron las afectadas. Todas han sido interrogadas ya por la Policía Nacional.

Un nutrido grupo de empleadas se congregó por la mañana en la puerta de las oficinas, que encontraron cerradas a cal y canto. La preocupación y el agobio por lo ocurrido era evidente entre ellas, ya que a la actividad supuestamente delictiva desarrollada por sus jefes se une la incertidumbre laboral en la que se han quedado. De momento, no han cobrado la nómina del mes de mayo y, según como se desarrollen los acontecimientos, si se buscan otro trabajo pierden todos los derechos adquiridos durante el tiempo que han estado contratadas (finiquitos y paro) y si no son despedidas tampoco pueden acceder al paro. Por esa razón, algunas ya habían contactado este lunes con un letrado para ver cómo pueden actuar. Hasta que no se aclare la situación, tienen la obligación de presentarse en su puesto de trabajo.

Las trabajadoras tenían con un sueldo mínimo y comisión a partir de determinados objetivos, que rondaban los 5.000 euros al mes. Actualmente hay unas cuarenta empleadas pero, como explicaron este lunes los investigadores, ha habido épocas en las que han trabajado un centenar.

Su tarea consistía en publicitar los fines solidarios que aparentemente perseguían tanto la asociación Lincenci contra el cáncer infantil como la de Bomberos Unidos Sin Fronteras. Como generalmente suelen hacer la mayoría de las centrales de llamadas del país, las telefonistas contactaban con ciudadanos de todas las provincias españolas, por lo que los engañados pueden ser decenas de miles.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión