TRIBUNALES

El joven que escribió que iba a matar a su ex sostiene que eran "fantasías"

El investigado quedó en libertad ayer con el visto bueno de la Fiscalía y tras admitir ante la juez que la carta era de su autoría.

El acusado ha admitido que fue el quién escribió esas cartas pero se trata de "fantasías" que no pensaba hacer realidad y que pertenecen al ámbito de su intimidad.
El acusado admitió que fue él quién escribió esas cartas pero que eran "fantasías" que no pensaba hacer realidad.
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La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza dejó este viernes en libertad sin fianza a Rubén P. M., el vecino de Zaragoza de 28 años que escribió dos cartas diciendo que iba a acuchillar a su expareja "por todo lo que le había hecho a él y a su gente".

Las notas manuscritas fueron halladas por un familiar de otra expareja de Rubén mientras estaban recogiendo sus enseres de la vivienda que compartía con esta segunda mujer. Ella y el investigado cesaron la convivencia a mediados de mayo tras una serie de discusiones en las que presuntamente Rubén P. M. amenazó a esta joven, unos hechos por los que fue juzgado el pasado miércoles. La Fiscalía exigió una condena de nueve meses de cárcel y 15 días de localización por un delito de amenazas y otro de vejaciones.

Este viernes, Rubén P. M. fue trasladado desde Zuera, donde ingresó el 23 de mayo, hasta la Ciudad de la Justicia para que se hicieran unas pruebas caligráficas que determinaran la autoría de las cartas halladas, una de ellas dirigida a la Policía y otra a la hija de la expareja.

No hizo falta practicar comprobación alguna, ya que él admitió ante la magistrada que él era el autor. Manifestó que las redactó después de una discusión con la compañera con la que acaba de romper la relación y que se trata de "fantasías" que no pensaba hacer realidad y que pertenecen al ámbito de su intimidad. Señaló, además, que escribía ese tipo de cosas movido por sus emociones y por el tipo de libros que lee.

Ante la jueza también compareció este pasado viernes la que era la compañera del investigado hasta hace unas semanas y el cuñado de esta, que fue quien llevó las cartas a la Policía. La primera explicó que encontró las misivas bajo unas camisetas, en la habitación en la que solía dormir la hija de siete años de Rubén, fruto de la relación que había mantenido con la mujer de la que hablaba en las cartas amenazantes.

Tras escuchar a los testigos, la Fiscalía decidió solicitar la libertad de Rubén P. M. porque no existen "datos objetivos" que acompañen las supuestas intenciones que dejó por escrito. La defensa, ejercida por la abogada Carmen Sánchez Herrero, se adhirió a la petición fiscal justificando que las cartas son documentación "privada e íntima" de su representado, por lo que un procedimiento basado en las mismas debe ser "nulo de pleno derecho".

La acusación particular, ejercida por los letrados Fernando y Mercedes Octavio de Toledo en nombre de la mujer amenazada, abogaron sin éxito por la prolongación de la prisión provisional porque los hechos "siguen siendo los mismos" que cuando se dictó la medida: hay un peligro concreto sobre una persona concreta. Alternativamente, esta parte exigió la colocación de una pulsera antimaltrato con alejamiento de 500 metros y la prohibición de comunicación por cualquier medio, una petición que fue estimada en su totalidad por la magistrada y ayer adquirió vigencia total.

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