tarazona y el moncayo

Los grafitis del palacio episcopal de Tarazona, un patrimonio pendiente de su puesta en valor

Las salas donde se ubican permanecen vacías y cerradas, pero podrían sumarse a la oferta turística de la ciudad.

El gerente de FTM, Julio Zaldívar, en una de las salas que contiene los antiguos grafitis.
El gerente de FTM, Julio Zaldívar, en una de las salas que contiene los antiguos grafitis.
Nora Bermejo

Los grafitis que aparecieron hace décadas en los bajos del palacio episcopal de Tarazona siguen pendientes de su puesta en valor, esperando poder sumarse a la oferta turística de la ciudad, aportando algo diferente que contribuiría a la promoción turiasonense.

“Es un espacio que ha tenido poca accesibilidad y es algo curioso”, reconoce el gerente de la Fundación Tarazona Monumental (FTM), Julio Zaldívar.

Se han identificado un total de 210 grafitis de diversa tipología, realizados la mayoría en la segunda mitad del siglo XVIII, pero también en fechas posteriores hasta 1840. Los calabozos se ubican en la planta baja y en la primera planta accediendo por la zona de los bajos del palacio. “Se diferencian curiosamente por la temática de los dibujos, lo que hace llegar a la conclusión de que la cárcel de la planta baja era eclesiástica y la de la primera planta, laica”, explica Zaldívar.

Los motivos que aparecen representados son variados. “En una encontramos representaciones religiosas y textos relacionados con la iglesia con inscripciones de calidad, y en la parte de arriba tienen un carácter más civil, con armas, casi no hay textos, o representaciones antropomorfas pero sin relación religiosa”, continúa el turiasonense.

Estas representaciones gráficas tienen un gran valor histórico y documental, demostrando el uso carcelario de esta zona del palacio al menos desde el año 1706. “Se descubrieron hace varias décadas, cuando empezaron las obras de acondicionamiento para que la zona pudiera albergar las oficinas y salas de estudio del Centro de Estudios Turiasonense (CET)”, recuerda el gerente de FTM.

Con las obras para asegurar la estructura y las fachadas del inmueble, hace unos tres años, hubo que desalojar el CET. “Las salas están vacías. La cesión de uso es del Ayuntamiento y habría que empezar a plantearse darle utilidad”, dice Julio Zaldívar.

El acondicionamiento ha comenzado tímidamente. “Se han eliminado instalaciones eléctricas que ya no funcionaban, y se han colocado focos nuevos. Es un sitio muy interesante pero habrá que plantearse cuál es el futuro para ponerlo en uso”, insiste Zaldívar.

Recientemente, con motivo de la celebración del Día de los Museos, la Fundación organizó una charla y una visita guiada por estos espacios con el arqueólogo e historiador José Ángel Serrano. Las personas que participaron en esta cita gratuita, pudieron conocer de primera mano los interesantes conjuntos de grafitis y todo el trabajo de investigación y divulgación del ponente. “Su charla llevaba por nombre ‘Los grafitis de los calabozos del Palacio Episcopal: Un patrimonio por descubrir’ y en ella detalló todo el estudio exhaustivo que ha realizado y que plasmó en un libro que vende Tarazona Monumental”, añade el responsable de la Fundación.

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