zaragoza

Una joven que abortó en su casa y tiró el feto por el inodoro se enfrenta a 5.760 euros de multa

El hombre que supuestamente le vendió las pastillas para interrumpir el embarazo también ha sido juzgado como coautor.

Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
El juicio se celebró este jueves en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Oliver Duch

Una mujer se sentó este jueves en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza acusada de un delito de aborto. La joven reconoció durante la vista que en el verano de 2016 estaba embarazada y buscó en internet una forma de interrumpir la gestación. Averiguó que una fórmula efectiva era ingerir unas pastillas llamadas Cycotec, por lo que pidió a un amigo que le pusiera en contacto con un tercero que podía conseguir el fármaco a cambio de dinero. La Fiscalía considera esencial la colaboración de este hombre, por lo que le acusa como coautor del delito.

Durante la instrucción del caso, la joven negó que hubiera abortado, e incluso, que estuviese embarazada. Pero este jueves, reconoció que estaba de tres meses cuando, a principios de julio de 2016, tomó las citadas pastillas en una vivienda de un pueblo de la comarca de Tarazona y el Moncayo. Dijo que eligió esta opción y no el circuito sanitario porque entonces residía de forma irregular en España y el Gobierno de Mariano Rajoy había retirado en 2012 la asistencia a los inmigrantes en esta situación.

La ingesta del medicamento provocó el resultado deseado: la joven expulsó el feto y se deshizo de él y de parte de la placenta por el inodoro. La interrupción del embarazo en la clandestinidad provocó a la mujer dolores abdominales intensos y sangrado abundante, por lo que pocos días después tuvo que ir al centro de salud de la localidad zaragozana.

La médica que la atendió consideró que su estado revestía gravedad y la derivó al hospital de Tudela. Fue en este centro hospitalario donde los sanitarios advirtieron que a la joven se le había practicado un aborto. El ingreso de la mujer coincidió en el tiempo con el hallazgo del cráneo de un feto en el ecovertedero de La Cartuja (Zaragoza).

La Guardia Civil inició una investigación y trató de localizar en varios hospitales a mujeres que hubieran dado a luz. Fruto de estas gestiones conocieron que en una localidad zaragozana una mujer había abortado fuera del circuito sanitario.

Varios agentes se trasladaron hasta la vivienda de la acusada y no hallaron el feto, pero sí pañales con abundantes restos de sangre y de placenta. Estas muestras biológicas se mandaron a un laboratorio y los primeros análisis sugirieron que el embarazo se había interrumpido a las 30 semanas, un supuesto penalizado.

Con estas evidencias, los agentes del Instituto Armado intervinieron el móvil de la sospechosa y en él encontraron varias pruebas del aborto, como conversaciones de Whatsapp y fotografías, tanto del feto como de envases de Cycotec. Además, leyeron los mensajes que se intercambió con el supuesto suministrador de las pastillas, quien negó que hiciera la gestión que se le atribuye: dijo que se limitó a poner en contacto a la mujer con otra persona, el verdadero vendedor.

La máxima pena prevista

Durante el juicio, el testimonio del médico que estudió los restos de la placenta fue uno de los más importantes.El facultativo detalló que la madurez del órgano le llevó en un primer momento a determinar que el embarazo se encontraba en el tramo final del segundo trimestre cuando fue interrumpido, pero a preguntas de la defensa manifestó que no podía asegurar "al 100%" que se hubiesen alcanzado las 22 semanas, uno de los supuestos prohibidos para abortar en la legislación actual. En cualquier caso, sí que garantizó que se habían cumplido las 12 semanas de gestación.

La Fiscalía solicita para la chica la pena máxima prevista en el artículo 145.2 del Código Penal para los casos en que una mujer se provoca a sí misma la interrupción del embarazo o consiente que otro lo haga: una multa de 5.760 euros. Mientras que el joven que supuestamente le entregó las pastillas para interrumpir podría enfrentarse a una pena de cárcel.

Por su parte, la abogada de la mujer cree que no ha quedado acreditado que el aborto se produjese por encima de la semana 14, uno de los supuestos despenalizados. Mientras que el letrado del acusado considera que la acusación a su cliente se basa en "tres whatsapps". Ambos exigieron la absolución o, alternativamente, que la juez les imponga la pena mínima prevista si considera que tienen alguna responsabilidad.

El peligro utilizar Cycotec para abortar

El fármaco Cycotec es un protector estomacal y se usa en casos de úlceras de estómago o duodenales. Como consta en el prospecto, su principio activo, llamado misoprostol, puede provocar contracciones. Es esta advertencia explícita la que ha convertido a estas pastillas en una de las fórmulas más utilizadas para practicar abortos clandestinos.

Así lo puso este jueves de relieve la fiscal del caso, que enumeró tres sentencias de interrupciones de la gestación con Cycotec, procedimientos que acabaron en condenas a las mujeres que abortaron y a quienes les facilitaron el medicamento. La utilización de este fármaco con estos fines es muy peligrosa, porque puede provocar dolores abdominales muy agudos y sangrados intensos

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