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Las palmeras zaragozanas atacadas de nuevo por el picudo rojo

El insecto provoca la muerte de estos árboles de manera inmediata y por ello el Ayuntamiento y la Universidad de Zaragoza están llevando a cabo estos días una estrategia basada en unas trampas para acabar con la plaga que ya es habitual en los espacios verdes de la ciudad.

Calle Mariana Pineada. Retiran una palmera de 12 metros por el ataque del picudo rojo /16-12-2014/ Foto: Asier Alcorta
Foto de archivo en la calle Mariana Pineda de Zaragoza cuando los bomberos retiraron una palmera por el ataque del picudo rojo
Asier Alcorta

El peor enemigo de las palmeras zaragozanas ya campa de nuevo a sus anchas por la ciudad aunque, realmente, el picudo rojo lleva años haciendo de las zonas verdes de la capital aragonesa (y en concreto de las palmeras canarias) su principal blanco. Este escarabajo de origen asiático y color negro y rojo tiene un comportamiento muy agresivo y es capaz de acabar con estos árboles en un periodo de tiempo muy breve ya que anidan en su interior matándolos por dentro.

Por ello, el servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza en colaboración con el campus público aragonés están llevando a cabo estos días una técnica basada en la disposición de trampas tanto formando un anillo exterior en la ciudad como en algunas zonas verdes (como puede ser Torrero) para intentar controlar la plaga aprovechando que es entre mayo y octubre cuando los picudos rojos adultos echan a volar.

Algunas de las trampas colocadas en diferentes zonas verdes de Zaragoza
Algunas de las trampas colocadas en diferentes zonas verdes de Zaragoza
Ayuntamiento de Zaragoza

La trampa consiste en un cubo de plástico negro que cuenta con varias aberturas, tanto laterales como en la tapa, y que segrega desde su interior una fragancia que resulta irresistible para estos escarabajos y que no es más que la combinación de dos sustancias atrayentes: la kairomona (que es lo mismo que emiten las palmeras y que, por tanto es obvio que gusta a los picudos) y una feromona de agregación (emitida por los picudos machos para atraer a otros escarabajos de esta misma especie). Además, en el fondo del cubo hay una mezcla jabonosa para que el insecto no pueda salir una vez dentro.

Esta medida se lleva a cabo de manera complementaria al uso de nemátodos (una especie de larva que puede acabar con estos escarabajos) y en ningún caso tiene efectos nocivos ni para los humanos ni para los animales de compañía, a pesar de que el cartel de 'No tocar' en la tapa del cubo es una realidad. Fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza explican que es para hacer un llamamiento al civismo debido a que algunas de las trampas ya han sufrido desperfectos y otras tantas han desaparecido poco después de ser implantadas.  Además, la manipulación de la trampa puede ocasionar que estas dejen de estar a ras de suelo, posición necesaria para que el insecto pueda acceder a ellas.

A través de este método ya han sido capturados varias decenas de picudos en toda la ciudad, según han informado. Además, las trampas permiten conocer los movimientos de estos insectos, cuál es su modus operandi y sus lugares favoritos para llevarlo a cabo y de esta manera tomar decisiones sobre el control de esta plaga.

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