Un "¡que le den morcilla!" de cien euros

El zaragozano Julián Rabanaque ha sido sancionado por un presunto malentendido con una agente de la Policía Local.

Intersección de César Augusto con Ramón y Cajal, lugar del suceso.
Intersección de César Augusto con Ramón y Cajal, lugar del suceso.
Heraldo.es

Pronunciar una expresión de contrariedad por lo bajini le va a salir bastante caro a Julián Rabanaque. Este zaragozano ya ha abonado 50 euros, la mitad por el descuento por pronto pago de los 100 que se reflejan en el expediente sancionador que le hizo llegar hace unos días la subdelegación del Gobierno en Zaragoza. ¿El motivo? Así lo expresa la denuncia de la Policía Local: "Durante una intervención de reanimación cardiopulmonar a una persona e instar a los ciudadanos que si no eran familiares o amigos no debían permanecer en ese lugar, varios se encararon con la agente, entre ellos el denunciado, que se dirigió a la agente con la frase 'que te den morcilla'".

El relato de Julián difiere: "Iba caminando por la avenida de César Augusto y, en el cruce con la calle Ramón y Cajal, observé cómo un señor se tambaleaba y se cogía del poste del semáforo allí existente. Acudí en su auxilio, le ayudé a sentarse en el suelo, le recogí las piernas porque los pies le quedaban dentro de la calzada y, luego, le ayudé a incorporarse porque se desvanecía. En ese momento acudieron otras cuatro personas. Una ellas llamó al 112 y muy pronto acudió una ambulancia. Ante la falta de pulso en el desvanecido se prepararon e iniciaron labores de reanimación".

"Enseguida -añade este zaragozano- llegó también un vehículo de la policía municipal con dos agentes. A los sanitarios y a los agentes les preguntamos los testigos qué debíamos hacer y nos señalaron que esperásemos a un lado, que luego hablaríamos. Supusimos que para que diésemos nuestra versión sobre lo que había ocurrido. Un momento más tarde, llegó otro vehículo de policía local del que descendieron dos agentes, mujer y hombre, jóvenes. Casi sin más averiguaciones, la chica se dirigió a nosotros -tres personas- y nos dijo que nos marchásemos, con poca delicadeza y bastante brusquedad. Al indicarle que un compañero suyo nos había pedido que permaneciésemos allí, me dijo que ella decidía que no", apunta.

"Al darme la vuelta e iniciar la marcha, se me escapó un '¡que le den morcilla!'. Fue un comentario, en voz relativamente baja, pero audible, como se vio. De verdad que me refería a la situación, equivalía a un 'anda ya' o a 'ya te vale', para para nada era un comentario irrespetuoso. La agente entendió '¡que te den morcilla!', por lo que me ordenó volver y entregarle mi DNI, comentando que me iba a proponer para una sanción", rememora sobre lo ocurrido a las 10.30 de la mañana del 31 de diciembre.

Infracción leve y recurso

Según indica Julián, "de nada sirvieron las consideraciones que entonces le hice, refiriéndome a la realidad y sentido de mi expresión, a la situación de estrés en la que me había visto involucrado, al día que en que nos encontrábamos... Me devolvió mi DNI y me marché. Me dolía el no haber podido siquiera saber si la persona que unos minutos antes había sostenido con mis manos, a la que había animado a estar tranquilo, se recuperaba o si las mías habrían sido las últimas palabras que habría escuchado en su vida".

Al zaragozano se le achaca una infracción leve tipificada en la Ley de Seguridad Ciudadana, la popularmente conocida como 'Ley mordaza'. "He presentado un escrito informativo en la subdelegación del Gobierno. No para perjudicar a ningún agente, sino para que quede constancia de mi versión de los hechos. También he presentado otro a la atención de la concejal responsable de la Policía Local, Elena Giner", concluye.

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