zaragoza

El rastro estrena la venta de alimentos y espera la instalación de un gran toldo y de megafonía

La prórroga del presupuesto de 2019 dificulta las mejoras previstas en el mercadillo.

Este miércoles se ha puesto en marcha un proyecto piloto del Ayuntamiento de Zaragoza para vender productos alimentarios de Aragón en el mercadillo ambulante de La Almozara. Cada miércoles y domingo 6 productores aragoneses venderán sus productos en unos puestos habilitados para ello.

Seis productores locales estrenaron este miércoles la venta de alimentos de Aragón en el rastro de La Almozara. Los visitantes que acudieron al recinto recibieron con sorpresa y cierta expectación esta novedosa iniciativa que es parte del convenio firmado por el Ayuntamiento y la junta de vendedores del mercadillo para convencerles de que cejaran en su empeño de trasladar los puestos a otros puntos de la ciudad. En este sentido, las próximas mejoras que prepara el gobierno municipal son la instalación de un gran toldo para crear zonas de sombra, así como un sistema de megafonía, aunque ambas están pendientes de conseguir partida económica tras la prórroga presupuestaria.

«Aquí siempre viene mucha gente, esperamos que sea un éxito», comentaba a primera hora de la mañana Sonia Penalva, que junto a Aníbal Manceñido ofrecían vinos de las bodegas Torcal, de Cariñena. A su lado, las hermanas Blanca y Mari Carmen Rodríguez también apostaban por la uva, pero en este caso disponían sobre su ‘mostrador’ curiosos derivados de la garnacha de Fuendejalón, como sal de vino, mazapanes y embutidos. «Es una buena oportunidad para dar a conocer los productos de Aragón», celebraba Blanca.

«Aquí siempre viene mucha gente, esperamos que sea un éxito»

Por su parte, los clientes mostraban curiosidad ante una propuesta que se prolongará en modo de prueba durante dos meses y que permitirá a un total de 25 productores probar suerte en el aparcamiento sur de la Expo. «Tiene todo una pinta buenísima, siempre está bien que traigan cosas nuevas», apuntaba Tere Martínez, una clienta habitual del mercadillo. Además de los productos vinculados al vino de Aragón, la propuesta gastronómica que estrenó la experiencia incluía jamones y azafrán de Calamocha, quesos de La Litera, chocolates de Panillo y miel de Ejea.

Esther Jiménez, portavoz de los vendedores del rastro, se mostraba entusiasmada con la iniciativa. «Es algo que llevamos años reclamando al Ayuntamiento», comentaba. A su juicio, la valoración final se hará tras los dos meses de prueba, a finales de junio, pero no solo confiaba en que será un «éxito», sino que reclamaba que se ampliara con otro tipo de productos, como frutas y verduras.

Otras novedades

Mientras tanto, el Consistorio busca fórmulas para poner en marcha otro tipo de mejoras en el mercadillo, algo que no parece sencillo después de que la prórroga presupuestaria de este año haya bloqueado buena parte de la inversión. En concreto, el gobierno municipal quiere instalar un toldo de 50 metros de longitud por 4 de ancho –aprovechando unos anclajes que perduran desde la Expo– con el que proporcionar una zona de sombra a los clientes. Esta intervención rondaría los 20.000 euros de coste. Similar desembolso se estima que costará implantar un servicio de megafonía e información en el recinto, una de las demandas de los vendedores.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión