ARAGÓN, PUEBLO A PUEBLO

La Joyosa, alma treintañera y aroma de pueblo con la ciudad a un suspiro

En el municipio se conjugan los esquemas tradicionales con la pujanza de nuevos ritmos vitales; buenas instalaciones deportivas, zonas verdes, cercanía a la capital y un alcalde artista del pincel.

En el alargado municipio de La Joyosa, que aúna la localidad homónima y Marlofa desde hace más de siglo y medio, hay terreno para un buen paseo. Si se llega desde la N-232, el primer contacto es la gasolinera Valcarce, habitual parada de camiones, bar y restaurante, que abre 24 horas; ahora, para mantener la vocación de adelantarse a los tiempos (o reaccionar rápido, en este caso) que le reconocen os vecinos, también preparan puntos de recarga para vehículos eléctricos. La balseta de Marlofa, de origen árabe, en plena recuperación y adecuación como zona verde, queda a la izquierda, y el camino hacia el parque de la Fuente de Juncal, a la derecha. Tras la primera curva aparece Casa Guillén, deliciosa comida casera de toda la vida. Hay tienda y estanco en la zona de Marlofa, que antes también era estafeta de correos; tienen de todo; también se cuenta con tienda en La Joyosa; en la calle que conecta ambas zonas, una hilera interminable de pequeños árboles que poda y recorta con esmero artístico Diana, la jardinera local, con preferencia de conos y ‘platillos volantes’ en las copas. Hay seis buses de línea cada día a Zaragoza, tres por la mañana y tres por la tarde, con sus retornos.

José García cumple 8 años en la alcaldía de La Joyosa. "Estoy contento; en estos años hemos hecho unas cuantas cosas para mejorar la calidad de vida de los vecinos, que además han puesto de su parte a la hora de colaborar en la tarea; he notado el respaldo. Y no lo digo porque haya elecciones ahora; no me voy a presentar, dos legislaturas son suficientes. Además, me jubilé en enero y es hora de pensar en otras cosas".

José es del pueblo. "Nací en La Joyosa en 1954, en casa, como ocurría antes. Naturalmente, el pueblo ha cambiado mucho, desde la fisonomía a la forma de vida; yo fui de la generación que tomó en el colegio la leche en polvo y el queso amarillo que mandaban los americanos. Me gustaba mucho de crío el dibujo en el colegio, primero aquí en el pueblo, luego en las Escuelas Pías de Conde de Aranda. Estuve estudiando dos años en la Escuela de Artes y Oficios, en la plaza de los Sitios, y luego me preparé para ser delineante proyectista, una profesión que en los últimos años me obligó a actualizarme con las nuevas herramientas; eso sí, siempre me gustó el dibujo artístico, sobre todo la plumilla y la pintura al óleo. Antes de se alcalde expuse en varias salas de Zaragoza, también en Alagón y Borja; ahora quiero conectarme otra vez a los pinceles".

José desempeñó su oficio durante 35 años en el estudio de los arquitectos Antonio Salvatella y Miguel Ángel Aznar. "Trabajamos mucho hasta que explotó la burbuja de la construcción; ya se jubilaron. Hicimos Puerta Cinegia, el ‘código de barras’ de la Plaza de España, y trabajamos para todas las grandes constructoras".

Enclave, edades, historia

José define las marcas de identidad de La Joyosa desde el presente al pasado, sin perder de vista el futuro. "Estamos divididos por la autopista, la Nacional 232 y el tren, con el río a 2 kilómetros, pero nos las arreglamos para llegar a los sitios –bromea– y creo que se hizo un buen plan general de ordenación urbana; es verdad que quedaron muchos solares sin construir con la crisis, pero todo lo que se construyó está habitado; apenas quedan 10 viviendas libres. El pueblo se ha rejuvenecido mucho; nuestra media de edad es de 38 años, una de las más jóvenes de Aragón, y eso que tenemos residencia privada de la tercera edad con unas 20 personas. También tenemos vecino ilustre, el músico y poeta Joaquín Carbonell".

En La Joyosa hay Asociación de la Tercera Edad, con local propio, y otra de Mujeres, además de Casa de Juventud. Junto al Ayuntamiento está la farmacia y el colegio Ramón y Cajal, con 100 niños; hay 30 más en la guardería. Un vistazo a la historia remota recuerda que La Joyosa y Marlofa eran fincas de señorío, concretamente del barón de La Joyosa, y que La Joyosa tiene ayuntamiento desde 1834; en 1845 se unió Marlofa. "Aquí tenemos la casa palacio del barón, que data del siglo XVI –explica José– y recuerda su figura; la reina Isabel II nombró barón a Marcial Antonio López Quílez, pionero en la construcción y puesta en marcha de una escuela de agricultura práctica en España en 1849. La casa de Medina Torres mantuvo las tierras hasta su venta al Instituto Nacional de Colonización en los años 50 del siglo pasado; el pueblo vivía de la viña, el olivo, el cereal, algo de maíz, remolacha, hortalizas y melones. La estación de tren era la línea natural de salida de las mercancías; se compartía con Torres de Berrellén. Ahora queda poca gente que se dedique al campo; hay apenas cuatro o cinco en la alfalfa, el trigo y el maíz, y otros que están en la fruta. La deshidratadora de los hermanos Márquez trabaja las tierras que dejaron los antiguos colonos. También contamos con naves de Ternasco de Aragón y de Frujoven, y terrenos industriales que de momento están sin desarrollar. Hay futuro: invito a quien busque un pueblo con estas características a que compruebe lo bien que se vive aquí".

Casa Guillén, la solvencia de toda la vida; Yoong Ni, el nuevo vecino de la sonrisa eterna

Andrés y Antonia Guillén llevan Casa Guillén en Marlofa; son hijos de María Concepción y Aurelio, los fundadores. “Nuestros padres abrieron hace 68 años, primero por La Joyosa, luego aquí; antes hubo tienda adosada –explica Andrés– y en los 80 fuimos pioneros con el marisco en la zona; ahora insistimos mucho en almuerzos y cocina casera, buenos platos de cuchara y guisos, raciones contundentes para que nadie se vaya con hambre. Viene mucha gente de propio desde Zaragoza, deportistas incluidos, pero aquí todos son importantes, por supuesto”.

Cerca del Ayuntamiento, Yoong Ni lleva el bar La Joyosa desde hace tres años: en el pueblo ya es Johnny, y gasta un humor imbatible; está casado con Wei Fen Jin y tienen tres niños, Diego, Irene y Pilar, con un cuarto bebé en camino. "Estamos cerca de Zaragoza, pero con la comodidad y tranquilidad de un pueblo. Me gusta escuchar los pajaritos cantando todos los días y estar ‘tranquilico’ por las noches”.

En datos

Comarca:Ribera Alta  del Ebro.

Población: 1.072.

Distancia a Zaragoza: 20 km.

Los imprescindibles

Dos iglesias

Cada pueblo del municipio tiene iglesia y cementerio propios. Nuestra Señora del Puig (foto) está en La Joyosa y Nuestra Señora del Carmen, en Marlofa; ambas datan del siglo XVI, cuando la zona aún se llamaba Pinillo.

Hagan ustedes deporte

Las instalaciones deportivas Los Olivares, en el centro del municipio, cuentan con pabellón, dos pistas de tenis, pista polideportiva, frontón, tres piscinas, gimnasio recién acabado (se va a estrenar en breve) pádel, petanca y bar.

Hervidero de actividad

En La Joyosa hay carrera pedestre –tres ediciones ya de la 5K ‘Running is life’– fiestas masivas en Carnaval, San Jorge y Nochevieja y, por si fuera poco, doblete de patronales: en La Joyosa primero y en Marlofa después.

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