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Los vecinos de La Cartuja piden mejoras en la frecuencia y los vehículos de la línea 25

La Asociación de Vecinos Alonso de Villalpando de La Cartuja Baja de Zaragoza denuncian que los tiempos de espera de la línea de autobuses que une el barrio rural con el paseo Pamplona son más elevados de lo que deberían y que los coches sufren continuas averías.

Los vecinos de La Cartuja piden mejoras en la frecuencia y los vehículos de la línea 25
Los vecinos de La Cartuja piden mejoras en la frecuencia y los vehículos de la línea 25
L. R.

Los vecinos del barrio rural de La Cartuja Baja han denunciado en varias ocasiones durante las últimas semanas problemas con las frecuencias de la línea 25, que cubre el trayecto que va desde la calle Catorce de Septiembre hasta el centro de Zaragoza. Una situación que ha visto agravada en los últimos días a causa de la realización de unos trabajos en la calzada de la calle Juan de las Viñas, y que obligaron a desviar la circulación de autobuses desde la avenida Constitución por Camino de la Huerta Honda.

Sin embargo, aunque según denuncian los vecinos los últimos fines de semana han sido especialmente caóticos, los desajustes en el transporte en La Cartuja vienen de tiempo atrás. “En lo que va de legislatura hemos sufrido muchos problemas con el transporte”, aseguran desde la Asociación de Vecinos Alonso de Villalpando, que ha utilizado las redes sociales como altavoz para transmitir su malestar por la cuestión de los autobuses.

Una de las quejas más frecuentes de la entidad vecinal tiene que ver con los tiempos de paso. Y es que a pesar de que Avanza señala que la frecuencia media entre las 6.24 y las 21.30 es de nueve minutos, los usuarios aseguran que suelen tener que esperar doce o más minutos. De hecho, en determinadas paradas, la espera puede llegar a ser hasta de 15 minutos. La frecuencia es todavía menor los fines de semana, ya que aunque está establecida en 13 minutos, en muchas ocasiones superan los 16. Y si encima se trata de un festivo, los cartujanos deben armarse de paciencia. “Contar con tres autobuses el día de la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar significa tener que esperar tranquilamente una hora para poder cogerlos”, afirman.

Creemos que se está produciendo un incumplimiento del contrato”, considera María Jesé Domínguez, presidenta de la asociación, que apunta que los sábados y los domingos la línea –la única que conecta a los vecinos de La Cartuja con el centro de la ciudad- funciona con tan solo tres autobuses. “Dependemos de esta línea. Últimamente hay gente que ha llegado tarde a trabajar o a sus citas médicas”, lamenta.

El pasado sábado, según Domínguez, hubo un momento del día en el que los tres vehículos que cubren la ruta estaban en La Cartuja, con el consiguiente perjuicio para los viajeros que los esperaban en otras paradas de la línea. “Uno de ellos estaba averiado y otro lo trajeron vacío”, apunta.

Y es que la cuestión de las averías es otro de los asuntos que preocupa al colectivo vecinal, que asegura recibir numerosas quejas de los vecinos en este sentido. “Tenemos unos autobuses muy viejos y sufrimos averías un día tras otro. A veces vemos algún híbrido, pero muy de vez en cuando”, comenta la presidenta.

La antigüedad de los coches ya ha provocado algún que otro susto entre los viajeros de la línea 25. En noviembre de 2016, el autobús 614 sufrió un pequeño incendio mientras circulaba hacia La Cartuja ante el asombro de los vecinos, ya que el mismo vehículo había sufrido un incidente similar en las semanas previas al conato. Tras lo sucedido, la asociación exigió al Ayuntamiento la sustitución de todos los autobuses de la línea, aunque sus miembros reconocen que poco ha cambiado la situación desde entonces.

Si bien este tipo de sucesos no son frecuentes, sí que ocurren de vez en cuando: este mismo lunes los bomberos han tenido que sofocar el fuego de un autobús de la línea 28 que circulaba por la avenida de Cataluña.

Por último, desde la asociación aseguran que seguirán peleando por mejorar la línea 25, ya que es la principal reivindicación que tienen en este momento, aunque no pierden de vista otros asuntos: “La del transporte es nuestra lucha, porque un taxi desde La Cartuja a Zaragoza te puede costar veinte euros”, señala Domínguez. El colectivo también están realizando un seguimiento especial al servicio del Consultorio de Atención Primaria barrio, ya que solo abre sus puertas de lunes a viernes de 8.00 a 14.00 y la demora en las citas puede ser de hasta cinco días. “Está colapsado”, concluye la representante de la entidad vecinal.

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