ARAGÓN,PUEBLO A PUEBLO

Badules, de los íberos y la forja al amigo alemán

El municipio del Campo de Daroca explora su historia remota, que el escultor Alberto Rasal inmortalizó con su buril, y reconoce la ímproba tarea investigadora del teutón Peter Carls.

Bajo una leve capa de sarcasmo, el alcalde de Badules esconde una profunda devoción por su pueblo. Bueno, no la esconde del todo; basta charlar un poco con él para darse cuenta de que le duele lo que falta y se enorgullece de lo que atesora. Alejandro Espinosa concluye ahora su tercera legislatura en el cargo. "Soy agricultor, y el tema de la alcaldía surgió como en todos los sitios pequeños, supongo: en algún momento hay que participar en el presente y pensar en el futuro. Somos pocos, y casi mejor no hablamos de la media de edad, ¿verdad? Los más jóvenes son el matrimonio que lleva el bar, Sheila y Juan; son de Perú y hace ocho años que están aquí, sus niñas han nacido en España; tienen una vivienda asignada por la responsabilidad del bar, de la que se encarga sobre todo Sheila. Cuando llegan los seis meses de subvención de la DPZ, contratamos a Juan para trabajos de mantenimiento en el municipio; el resto del año busca faena, ahora está trabajando con una cuadrilla de fontaneros. Trabajan muy bien".

Sheila Fernández nació en Chiclayo (norte de Perú, cerca de la frontera con Ecuador) y cuando su esposo Juan Quijua decidió venir a España, vino con él. Juan es hermano de Pablo, panadero en la cercana localidad de Used. "Vinimos a Daroca desde Madrid, y primero nos quedamos con mi cuñada; supimos que en Badules necesitaban un peón y nos decidimos a llegar aquí antes de tener a la niña mayor. Luego ya decidimos quedarnos, estábamos y estamos a gusto. Paula es nuestra hija mayor, va a primero de primaria; Mariana, la pequeña, ha empezado en guardería. Me gusta mucho el campo; me encanta ver corzos cerca de casa, aunque con los zorros hay que andar con cuidado si tienes gallinas".

Alejandro pinta su discurso de realidad. Cosas claras y chocolate espeso. "El municipio está bien, hemos hecho renovaciones fundamentales como la conducción de aguas, que estaba obsoleta; vamos arreglando calles, se construye el pabellón a un tamaño adecuado a lo que necesitamos, 300 metros cuadrados… el problema, como muchos sitios que habréis visitado, es que somos pocos".

El pueblo es agrícola. Hay cereal de secano: trigo, cebada y centeno, panorama común al Campo de Daroca. "Se vende a un par de cooperativas –aclara Alejandro– y surtimos a las empresas hueveras de Villarreal, Granja San Miguel y Virgen del Rosario, perfectamente capaces de absorber toda la producción de la zona. El pan llega de Villadoz, buenísimo; en verano lo traen todos los días y en invierno un día sin otro; lo demás llega por distribuidores de congelados y demás. ¿El futuro? Los que seguimos en el campo ya no somos jóvenes… veo la botella medio vacía, aunque la esperanza está ahí. Se seguirá trabajando el campo cuando no estemos, pero quizá de otra manera. No hay muchas soluciones a la vista; por ejemplo, no tenemos líneas de evacuación, y eso descarta de salida el tema de aerogeneradores; lo mismo con placas solares para otra cosa que no sea autoabastecimiento. Del tren y la situación de esta línea ferroviaria a Teruel, mejor ni hablamos; a medio o largo plazo debería dedicarse más a mercancías que a viajeros".

En cuanto a patrimonio, en el pueblo destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. "Tenía una talla gótica de madera, Virgen con Niño, del siglo XIII, que ahora se expone en el Cuarto Espacio de la DPZ. junto a unas bulas papales y un par de cuadros; también tenemos nevera, el poblado celtíbero de Datos que está ubicado pero no excavado, está en un terreno privado".

El amigo alemán

Badules tiene un hijo adoptivo alemán que ha dejado huella en Aragón. Hace, con el apoyo de la Asociación Amigos de Badules, el ayuntamiento hizo hijo adoptivo a Peter Carls, investigador alemán que ha trabajando mucho en la zona desde hace más de medio siglo; estuvo haciendo base en Badules, en casa de la tía Simona. Identificó dos fósiles únicos que bautizó como ‘Badulesia’ y ‘Baturria Simona’, en homenaje al pueblo y a su anfitriona habitual. Se le ha dedicado también la biblioteca. Sigue en actividad, a pesar de sus años; ha estado recientemente en Estados Unidos y sigue viniendo alguna vez con estudiantes. La posada de la tía Simona cerró en 1974, pero Peter siguió viniendo, le dejaban la llaves.

Las Jornadas Celtíberas transforman la fisonomía del pueblo en agosto

Las Jornadas Celtíberas del pueblo ya van por las ocho ediciones; las organiza la Asociación de Amigos de Badules en colaboración con el Ayuntamiento. Suelen ser hacia el segundo domingo de agosto; en el primero se celebran patronales en honor de San Blas y Santa Apolonia.

Badules cuenta en su municipio con el despoblado celtíbero de Datos, descubierto en 1974. Este emplazamiento controlaba las mercancías extraídas de las minas del río Herrera y el tránsito hacia la ciudad de Segeda, sita en el actual término de Mara. En los festejos se recrea con éxito el ambiente de la vida celtíbera, y se desarrollan diferentes escenas. Hay una boda con escenografía e indumentaria ‘ad hoc’, y también batalla; se trata de una acometida romana de la que los celtíberos salen victoriosos, aunque la victoria adquiere un tinte pírrico por la pérdida de un valioso luchador; por la noche se incinera al héroe caído en una ceremonia funeraria que incluye una especie de procesión. Todo ello ajedrezado con música, juegos, bailes, exhibición de cetrería, artesanía y mercadillo en la plaza. "Normalmente –cuenta el alcalde– contamos con un profesor que habla de la vida celtíbera; va pasando por diferentes aspectos, desde los cultos a los enterramientos a la alimentación. Hacemos concursos de tapas y postres inspirando en los productos que se usaban. Entre los expertos destacan Urbez Majarena y Francisco Burillo". Lo badulesinos también suben a Santa Quiteria el 22 de mayo o el sábado más cercano, en actividad compartida con Villarreal de Huerva, Mainar y Villadoz. Este año será el 25.

En datos

Comarca: Campo de Daroca

Población: 83

Distancia a Zaragoza, su capital de provincia: 73 km

Los imprescindibles

La Asociación

Los Amigos de Badules trabajan desde hace una década, siempre en sintonía con el ayuntamiento, organiza actividades puntuales, sobre todo en verano y festivos. La nieta de la tía Simona, María Eugencia, pertenece a la Asociación.

La Asunción

La parroquia está en el centro del pueblo y aislada; su cabecera se orienta hacia el este. En el lado de la epístola se forma una amplia plaza. La obra está realizada en mampostería, con esquinazos y contrafuertes de piedra sillar.

El artista

Alberto Rasal, escultor y especialista en forja, murió este año a los 71, tras una rápida enfermedad. Dejó diversas obras; recientemente se montó en piedra un ‘guardián celtíbero del puente’, que ahora le homenajea.

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