Desaparecido
Concentración en Zaragoza por el joven gaditano desaparecido en Ecuador, que trabajó como técnico en el Servet
Ernesto Galán Fernández y un grupo de amigos del enfermero andaluz se concentraron el la plaza del Pilar.
El español Manuel Tundidor Cabral, de 30 años, fue visto con vida por última vez el viernes en la zona conocida como Lago Azul del río Napo, en la localidad ecuatoriana de Tena. Los familiares y amigos de 'Manolete', como se conoce a este joven de Trebujena (Cádiz), se enteraron de su desaparición a la mañana siguiente y desde entonces no pararon de movilizarse para tratar de ayudar en la distancia a Manuel y sus familiares, los cuales -dicen- están "destrozados" por la tragedia.
"Esto ocurrió el viernes a última hora y nosotros nos enteramos el sábado temprano. De entrada te encuentras a tantos kilómetros de Ecuador que no sabes cómo actuar. Te ves sin posibilidades", explica Ernesto Galán Fernández, un enfermero gaditano afincado en Zaragoza que cedió su vivienda a Manuel durante su estancia de verano como técnico de radiodiagnóstico en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
Este zaragozano y el resto de amigos íntimos del pueblo de Manuel convocaron una concentración este martes en la plaza del Pilar de Zaragoza, para pedir al Gobierno que contribuyera a su búsqueda. "Queremos pedir ayuda y agradecer al pueblo de Ecuador su solidaridad inmensa. Llevan tres días buscándolo y no lo encuentran. Nosotros no queremos entrar en temas políticos, solo pedimos ayuda para traer a Manolete", subrayaba este zaragozano, amigo íntimo del desaparecido.
Sin embargo, las peores noticias llegaban a última hora de este mismo martes desde la selva del Amazonas. Fuentes del Ministerio de Exteriores confirmaban el hallazgo del cadáver del joven.
El joven Manuel Tundidor Cabral, de 30 años de edad, desapareció el pasado viernes en la ribera del Tena, una zona cercana al río Jatunyacu (afluente del Amazonas), que se desbordó debido a las intensas lluvias y acabó arrastrando a este sanitario que estaba haciendo un voluntariado en la zona. Los compañeros de Manuel denunciaron de inmediato en Ecuador su desaparición y también contactaron con la Universidad y la familia para alertar de lo ocurrido.
Sin embargo, pasados tres días, nadie sabía nada del joven y la única información que recibían les llega con "cuentagotas" a través de indígenas de la zona.
La concentración de esta tarde en Zaragoza fue para pedir ayuda al Gobierno en la búsqueda de Manuel, pero también para "agradecer la inmensa solidaridad" ciudadana que estos lugareños han prestado. "Queremos dar las gracias al pueblo ecuatoriano por la labor desinteresada que está haciendo. Una labor humanitaria que es digna de admirar. Y también pedir ayuda al Gobierno para que lo encuentren y por lo menos que lo repatríen", concluían fuentes de su círculo de amigos.
